Castro de San Cibrao de Las

El Castro de San Cibrao de Las, también llamado de Lansbrica, es una joya de la provincia de Ourense, uno de los destinos de turismo en Galicia que presenta mayor atractivo en esta tierra tan histórica e intensa. Antes de adentrarte en A Cidade vamos a darnos un paseo por la época castreña, por su cultura y costumbres.
La cultura castreña nació en la Edad de Bronce y se desarrollóo hasta el principio de nuestra era en el territorio que abarca el noroeste de la Península Ibérica: una franja que incluía la zona norte de Portugal, Galicia, la parte occidental de Asturias y una extensa franja de las provincias de León y Zamora.

Fotografía: Pío García

En el Castro de San Cibrao de Las su elemento más significativo son los castros, que deben su origen a las necesidades de defensa de los pobladores. De ahí que se instalen en terraplenes, montes y colinas que suelen ofrecer buena visibilidad.

Los castros, generalmente, constaban de un recinto amurallado, realizado en piedra y con forma oval o redonda. En su interior se levantaban las casas (casi nunca superaban la docena), construidas con una mezcla de tierra seca y tapial. Con el paso de los años, las casas comenzaron a construirse con paredes de piedra y techos de paja, pero de la primera época, debido a la fragilidad de las construcciones, en el Castro de San Cibrao de Las no se han conservado restos.

Los castros fueron muy abundantes, sobre todo en Galicia, aunque de proporciones reducidas. Esto nos hace imaginar una sociedad muy diseminada y con núcleos de población muy pequeños. Poco a poco estos castros se fueron uniendo, formando la tribu o gens, independientes de otras y en las que parece ser que regía cierta soberanía.

Los hombres se ocupaban de la ganadería, la caza y la pesca, además de combatir al enemigo, y las mujeres y niños recolectaban frutos, principalmente bellotas, con las que después elaboraban un pan de larga duración que constituía el pilar básico de su alimentación.

Este Castro de San Cibrao de Las es uno de los de mayores dimensiones, el más grande de Galicia tras el del Tegra, en A Guarda, con más de trescientos metros de lado. Está situado en el municipio de Punxín a una altitud de casi quinientos metros y estuvo habitado desde el siglo II a.n.e., por lo que pertenece a la época castreña más tardía y hace que presente un alto grado de romanización.
Se aprecian en él, además, algunas diferencias con respecto a las generalidades de otros castros: se han encontrado edificaciones de forma rectangular (no circulares como era habitual), más amplias, con una muralla ancha por la que se podía transitar y con puertas flanqueadas por torreones. Como mayor protección, la entrada incluía una escalera que impedía el paso de los carros.

Todas estas diferencias nos hacen pensar en una verdadera ciudad, más que un pequeño e indefenso castro. El Castro de San Cibrao de Las, una joya casi oculta de la provincia de Ourense que bien merece tu visita y que te dejes transportar, transitando por sus callejuelas y observando sus muros, imaginando cómo sería la vida en este emplazamiento tan singular.

Para dotar al Castro de San Cibrao de Las del protagonismo que merece se ha inaugurado a su vera el Parque Arqueolóxico da Cultura Castrexa, un espléndido centro de interpretación muy bien dotado, sumamente interesante, que constituye por si solo un foco de interés cultural de primer orden.

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