Qué hacer en Vigo: el Museo do Mar de Galicia
El mar suena feroz en su batir incesante contra las rocas, el zumbar del viento acompaña su sonido. Tras la ventana vemos las gotas de lluvia fundirse en lo profundo del océano.
En Viajando con Pío, lugares originales y un amplio abanico de planes para recorrer el planeta…
El mar suena feroz en su batir incesante contra las rocas, el zumbar del viento acompaña su sonido. Tras la ventana vemos las gotas de lluvia fundirse en lo profundo del océano.
El folión camina acompasado, al ritmo de la ensordecedora tronada que provocan los bombos y los objetos metálicos que portan sus componentes. Es carnaval en Vilariño de Conso y los foliones van de una a otra parroquia para testificar las buenas relaciones de vecindad y para afirmar la identidad propia de cada una.
El silencio solo es interrumpido por el murmullo del agua que discurre por el cauce del Eume, el azotar del aire contra las ramas de los árboles, el crujir de las hojas que yacen yermas en el suelo, el cantar de los pájaros que se esconden entre la frondosidad de robles, castaños, abedules y fresnos. Un silencio que aún no siendo completo emana tranquilidad.
Entre sus paredes descansan más de 500 años de historia. Construido para dar cobijo a los creyentes que realizaban el camino, hoy parador que proporciona tranquilidad y sosiego a los turistas. Testigo del bautizo de Rosalía, así como de la elaboración del Estatuto de 1981 o la cumbre hispano-alemana protagonizada por Felipe González y Helmut Kohl.
Galicia es pródiga en geografías mágicas: paisajes que guardan el recuerdo de las miles de vidas que hollaron sus piedras, lugares que se incrustan en nuestros sueños. El monte de A Peneda, en Redondela es uno de esos lugares mágicos. Castro, castillo y ermita, su cumbre ha sido privilegiada espectadora de la historia y tierra fértil para las leyendas.
La Costa da Morte es una de las zonas más bellas y peligrosas que podemos encontrar en el litoral coruñés. Este tramo costero está considerado como uno de los más peligrosos de la Península debido a que la fuerza del mar y los frecuentes temporales hacen muy difícil su navegación. Tan fatídico y aterrador nombre se debe a los incontables naufragios que se produjeron en esta costa a lo largo de la historia.
Esta ruta, con ecos de versos populares, empieza en O Carballiño, un lugar no sólo famoso por su pulpo, sino también por su parque municipal, creado alrededor del río Arenteiro, o el impresionante Templo de la Veracruz, diseñado por Antonio Palacios, alumno de Gaudí.
El río Eo es la frontera natural entre Galicia y Asturias. Sus más de noventa kilómetros de longitud discurren por hermosos parajes lucenses y asturianos hasta formar la ría de Ribadeo y desembocar en el mar Cantábrico. Es un río muy apreciado por pescadores, ya que es hábitat de truchas y salmones.
Hace años que visité por primera vez A Pobra do Caramiñal. Aunque las imágenes, erosionadas por el tiempo, se me muestran borrosas, recuerdo que quedé impresionado por su belleza y por su luz.
La ruta de monjes y eremitas nos descubre tres de los numerosos monasterios que dormitan en las laderas del río Sil, en la que es conocida como Ribeira Sacra. Aquí se concentra el mayor número de monasterios del mundo por kilómetro cuadrado. Los que buscaban una vida retirada del bullicio, los que apreciaban rodearse de entornos mágicos, tenían muy claro que se hallaban ante un paraíso terrenal.