Lagunas de Trevinca

Lagunas de Trevinca, tú y yo. La noche pasada soñé con eso, con cumbres nevadas, estampas de película, el silencio que me llenaba de paz, la desconexión del mundo cotidiano. No había coches, ni problemas, ni móviles sonando. En mi sueño disfrutaba de un espacio capaz de llenar cada recoveco de mi alma y quedarse grabado en mi memoria. Fue tan intenso como la mejor de las realidades.

Trevinca

Ocelo

Laguna de Ocelo - A Veiga

Pasé por todas las estaciones en una sola noche solo con mi imaginación. Aunque esta vez todo tenía un toque surrealista, tú estabas conmigo. Como ese día en el que aparcamos nuestra furgoneta, reliquia de los años sesenta, al lado de aquel molino restaurado al borde del río Xares, en A Veiga y comenzamos a caminar temprano hacia las lagunas de Trevinca.

Laguna de Ocelo - A Veiga

¿Recuerdas el bosque poblado de retamas, brezo, piornos y robles a ambos lados del camino? Hasta que nos desviamos a la izquierda y nos topamos de frente con una laguna bellísima, asentada en una depresión de terreno, rodeada de vegetación. Tú hablabas de la asombrosa formación de lagunas, como esta de Ocelo, una de las lagunas de Trevinca(bonito nombre), entre las montañas de Trevinca y el Parque Natural del Lago de Sanabria. De como hace muchísimos años se derritió el hielo dando lugar a las lagunas de Trevinca, como la de A Serpe, Piatorta, Tablillas, Sestil da Calva y otras de menor tamaño. Te encantaba hacerte el entendido. Por eso no parabas de hablar.

Laguna de Ocelo - A Veiga

Cuando llegamos allí era invierno y todo estaba helado, pero pronto salió el sol, acompañando al arco iris mejor dibujado que había visto jamás. Eso solo sucede en los sueños. En la realidad tienes que elegir qué estación te apetece más para ir a las lagunas de Trevinca. Blanco invierno o colores vibrantes de primavera.

Serpe

Lagoa da Serpe - A Veiga

El paisaje era de un verde intenso cuando alcanzamos la escondida Lagoa da Serpe, otra de las Lagunas de Trevinca, casi una hora después. No teníamos prisa. Me encantaba esa laguna, de forma alargada, ancha en la cabecera y estrecha en la cola. No dudé en darme un baño. Tú me observabas desde la orilla y no te atrevías a meterte en el agua conmigo. Fotografiabas el momento y el entorno cargado de misticismo.

Tablillas / Serpe

Laguna Tablillas - A Veiga
Lagoa da Serpe - A Veiga

Y es que, según cuenta la leyenda, allí habita una enorme serpiente que en las noches del solsticio de verano sale a la superficie convertida en una bellísima mujer y sobre unas rocas espera la llegada de un apuesto soltero capaz de liberarla del encantamiento. Han pasado milenios desde que la hermosa figura legendaria espera la llegada de su salvador, años en los que los amantes de las rutas de senderismo han podido vivir esa atmósfera idílica, pero tan real. Yo me la imaginaba allí, bella y frágil, siempre esperando. Pero no pude verla más que en mi sueño de esa noche que ella compartió con nosotros.

Carrizais

Laguna de Carrizais - A Veiga

En el sueño volvíamos de repente a Ocelo, pero recuerdo cuando fuimos de verdad y desde allí, desde la laguna de Ocelo, cogíamos el desvío a Carrizais y Laceira. La laguna de Carrizais, al borde del camino y rodeada de arbustos y algún roble, tiene esa preciosa forma circular. Todo lo contrario que la de Laceira, alargada y parecida a la de A Serpe.

Laceira

Laguna de Laceira - A Veiga

Cuando me desperté tenía una gran confusión entre sueño y realidad. Había vivido aventuras maravillosas a lo largo de la noche, en las lagunas de Trevinca, pero las impresionantes vistas de las que pude disfrutar a mi paso, como los majestuosos picos de Pena Trevinca y Pena Negra o los valles de los ríos Xares y Meladas, eran reales. Bellezas paisajísticas palpables que se quedaron en mi retina. Había estado allí hacía un par de años y sin duda volvería a revivirlo todo. Quizás la próxima vez me encuentre con la joven de la Lagoa da Serpe de verdad.

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Tablillas

Laguna Tablillas - A Veiga