Ferreira de Pantón: Un tesoro histórico en la Ribeira Sacra

Ferreira de Pantón es el punto de partida perfecto para explorar la maravillosa Ribeira Sacra, una región mágica en Galicia, España, que se extiende a lo largo de los ríos Miño y Sil. Conocida por sus paisajes impresionantes y su rica herencia histórica, esta área es un tesoro escondido que atrae a turistas de todas partes del mundo. La Ribeira Sacra, cuyo nombre proviene del latín «Rivoira Sacrata» que significa «Ribera Sagrada», es famosa por sus antiguos monasterios, viñedos en terrazas y su entorno natural inigualable.

Fotografía: Pío García

Al explorar esta región, uno se encuentra rodeado de una naturaleza exuberante y montañas escarpadas que crean un ambiente místico y sereno. La Ribeira Sacra es también un centro de espiritualidad y tranquilidad, un lugar donde los monasterios y las iglesias románicas se funden armoniosamente con el paisaje, ofreciendo un refugio para aquellos que buscan paz y reflexión.

La Ribeira Sacra es una región rica en historia y cultura. Los primeros asentamientos humanos en la zona datan de la prehistoria, y a lo largo de los siglos, la región ha sido habitada por celtas, romanos y, más tarde, por diversas comunidades cristianas que construyeron numerosos monasterios e iglesias. Este legado histórico se refleja en la arquitectura y el arte de la zona, que combina influencias románicas, góticas y barrocas.

La región es también conocida por sus viñedos en terrazas, que se han cultivado durante siglos y producen algunos de los mejores vinos de Galicia. Los viñedos de la Ribeira Sacra se encuentran en empinadas laderas que descienden hacia los ríos Miño y Sil, creando un paisaje impresionante y único. La viticultura en la zona se remonta a la época romana, y hoy en día, los vinos de la Ribeira Sacra son reconocidos por su calidad y sabor distintivo.

Entre los numerosos tesoros que la Ribeira Sacra alberga, el Monasterio de Ferreira de Pantón se destaca no solo por su belleza arquitectónica sino también por su historia y su relevancia cultural. Este artículo se adentrará en los detalles fascinantes de este monasterio, explorando su origen, su evolución a lo largo de los siglos y su papel en la comunidad actual.

El Monasterio de Ferreira de Pantón

El Monasterio de Ferreira de Pantón, también conocido como el Monasterio del Divino Salvador y Santa María, es una joya arquitectónica situada en el municipio de Pantón, en la comarca de Tierra de Lemos. Este monasterio cisterciense es uno de los más importantes y mejor conservados de la Ribeira Sacra. Su ubicación a orillas del río Cabe, rodeado de campos de cultivo, añade a su encanto y serenidad.

Historia y origen

El origen del Monasterio de Ferreira de Pantón es incierto debido a la escasez de documentos históricos, pero se cree que su fundación data del siglo X. Según algunos estudiosos, la primera referencia documental clara sobre el monasterio se encuentra en un documento del año 1108, cuando Xemena Santiz entregó varias posesiones al monasterio. A lo largo de los siglos, el monasterio ha sido testigo de numerosos cambios y reformas, reflejando diferentes estilos arquitectónicos y adaptándose a las necesidades de cada época.

Los restos arqueológicos conservados permiten afirmar con seguridad que la existencia del monasterio se remonta al menos hasta principios del siglo XI. Entre estos restos se incluyen dos laudas sepulcrales fechadas a mediados del siglo XI, que fueron rescatadas durante la edificación de la actual portería y colocadas en el interior del claustro comunitario. Estas laudas pertenecieron probablemente al antiguo cementerio monástico.

Durante la Edad Media, el monasterio experimentó un breve periodo de vida cluniacense. Su incorporación a Cluny fue parte de las alianzas entre la reina Urraca y la nobleza gallega. Sin embargo, la relación con Cluny fue breve y en 1175, la condesa Doña Fronilde de Lemos, junto con otros nobles, donó el monasterio a la orden del Císter. Desde entonces, el monasterio ha sido un ejemplo prominente de la arquitectura y espiritualidad cistercienses en Galicia.

La época Cluniacense y la incorporación al Císter

Durante un breve periodo en el siglo XII, el monasterio estuvo vinculado a la orden de Cluny. Esta conexión se debió a las alianzas estratégicas entre la nobleza gallega y la reina Urraca. Sin embargo, esta relación no duró mucho, y en 1175, la condesa Doña Fronilde de Lemos, junto con otros nobles, donó el monasterio a la orden del Císter. Desde entonces, el monasterio ha sido un ejemplo prominente de la arquitectura y espiritualidad cistercienses en Galicia.

Evolución arquitectónica

El Monasterio de Ferreira de Pantón ha experimentado varias fases de construcción y renovación a lo largo de su historia. La mayoría de las estructuras actuales son el resultado de reformas importantes llevadas a cabo entre los siglos XVII y XVIII, cuando el edificio medieval fue transformado en un conjunto de estilo barroco. A pesar de estas modificaciones, la iglesia del monasterio conserva su esencia románica original, siendo uno de los pocos elementos que han perdurado a través de los siglos.

La iglesia del monasterio es un ejemplo notable del románico rural gallego. Con una nave rectangular y una cabecera que incluye un tramo recto cubierto por una bóveda de cañón y un hemiciclo cubierto por una bóveda de crucería, la estructura presenta una combinación de elementos arquitectónicos románicos y góticos. Los capiteles y los canecillos que adornan el interior y el exterior de la iglesia muestran una riqueza escultórica y una habilidad artística excepcionales, atribuidas a maestros escultores de la época.

El acceso a la cabecera desde la nave se realiza a través de un ambicioso arco de triunfo que se articula en una sucesión de cuatro arquivoltas que descargan de manera directa sobre una rítmica distribución de soportes: semicolumnas adosadas, codillos y columnas acodilladas. La cuádruple arquivolta, de medio punto, limita su molduración a una alternancia de boceles y mediacañas, y tan solo la arquivolta interior muestra sección prismática.

Toda esta secuencia queda ceñida por una chambrana de billetes organizados en tres bandas que no llega a desarrollarse en su totalidad como consecuencia de la posterior construcción de los paramentos de la nave, que en su proceso constructivo obligó a introducir una serie de modificaciones que afectaron a parte de esta estructura.

El alzado del hemiciclo se articula mediante dos semicolumnas adosadas a los lienzos murales, sobre las que apean los nervios de la cubierta. En Galicia, además de Ferreira, solo los templos benedictinos pontevedreses de San Xurxo de Codeseda, Santa Olaia de Losón y Santo Tomé de Piñeiro, poseen un ábside de hemiciclo compartimentado interiormente por columnas. Los tres templos citados emplean como cubrición bóvedas nervadas, si bien sus cabeceras adoptan planta poligonal y soluciones más evolucionadas de soportes.

Una línea de imposta decorada con tacos recorre el perímetro absidal y anilla los fustes de las semicolumnas de una manera muy particular, produciendo la ilusión de una superposición de dos series de semicolumnas con sus respectivas basas, la inferior descansando sobre plintos y la superior sobre la propia imposta. Los soportes inferiores prescinden del capitel, quedando su fuste directamente anillado a los basamentos de las columnas superiores a través de la imposta, sobre la que se abre una serie de vanos que iluminan directamente el espacio del hemiciclo.

El tratamiento estructural y estético del hemiciclo es excepcional en la arquitectura tardorrománica gallega. Un tratamiento similar lo encontramos en la magnífica capilla mayor de la abacial benedictina de San Lourenzo de Carboeiro. La búsqueda de paralelos ha permitido constatar que nos encontramos ante una solución constructiva prácticamente desconocida en la arquitectura tardorrománica hispana, pero con precedentes muy claros de progenie francesa emanados de empresas arquitectónicas del gótico inicial de la Île-de-France.

La bóveda de nervios

El sistema de cubierta del monasterio combina abovedamientos románicos y góticos, aunque su utilización en el proceso constructivo no sigue la cronología lógica de la secuencia de los estilos. Así, el tramo recto se cubre con una sencilla bóveda de cañón mientras en el espacio interior se opta por una bóveda de dos nervios. La bóveda de nervios en la arquitectura románica gallega comenzó a adquirir verdadero protagonismo a partir del año 1170 tras su adopción en la cripta de la catedral compostelana, con especial acogida en los templos monásticos benedictinos.

En la bóveda de nervios de San Salvador de Ferreira se introduce una importante variante estructural sobre el prototipo, pues aquí los nervios confluyen en la clave del arco fajón, no en una clave aislada como suele ser norma habitual. Este sistema cuenta con un precedente significativo en la Capilla de San Pedro de la cabecera

El monasterio en la Actualidad

Hoy en día, el Monasterio de Ferreira de Pantón sigue siendo un centro activo de vida religiosa. Una comunidad de monjas cistercienses reside en el monasterio, dedicándose a la oración y al mantenimiento del edificio histórico. Además, el monasterio ha sido objeto de varias intervenciones y restauraciones desde 1975, algunas dirigidas por la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y otras por la Xunta de Galicia, con el objetivo de preservar su patrimonio arquitectónico y cultural.

Visitas y turismo

El Monasterio de Ferreira de Pantón es un destino popular para turistas y peregrinos que visitan la Ribeira Sacra. La tranquilidad del entorno y la belleza del edificio ofrecen una experiencia única a los visitantes. El acceso al monasterio es relativamente sencillo, siguiendo la carretera que va desde Ourense a Monforte de Lemos, y desviándose hacia la parroquia de Ferreira. Los visitantes pueden explorar la iglesia románica, admirar los detalles escultóricos y disfrutar del ambiente sereno del claustro comunitario.

Los recorridos guiados son una excelente manera de conocer en profundidad la historia y la arquitectura del monasterio. Estos tours suelen incluir visitas a la iglesia, el claustro y otras áreas significativas del edificio, ofreciendo una visión detallada de su evolución a lo largo de los siglos. Además, los guías expertos proporcionan contexto histórico y anécdotas interesantes que enriquecen la experiencia.

El monasterio también organiza eventos culturales y religiosos a lo largo del año, que incluyen conciertos de música sacra, exposiciones de arte y ceremonias litúrgicas. Estos eventos no solo atraen a los fieles y a los amantes del arte, sino que también ayudan a mantener viva la tradición y la relevancia del monasterio en la comunidad local.

La Ribeira Sacra es un tesoro de Galicia, una región que combina naturaleza, historia y espiritualidad de manera única. El Monasterio de Ferreira de Pantón, con su rica historia y su arquitectura impresionante, es un testimonio vivo del legado cultural de la zona. Visitar este monasterio no solo ofrece una oportunidad para admirar una obra maestra del románico y el barroco, sino también para sumergirse en la paz y la contemplación que han caracterizado a este lugar sagrado durante siglos. La Ribeira Sacra y el Monasterio de Ferreira de Pantón invitan a todos a descubrir y apreciar la belleza y el patrimonio de Galicia.

Con su combinación de historia, arte y espiritualidad, el Monasterio de Ferreira de Pantón es un destino imprescindible para cualquier viajero interesado en la cultura gallega. Ya sea que busques una experiencia espiritual, un interés por la arquitectura histórica, o simplemente un lugar para disfrutar de la tranquilidad y la belleza natural, este monasterio ofrece algo para todos.

Así que, la próxima vez que te encuentres en la Ribeira Sacra, no olvides hacer una parada en el Monasterio de Ferreira de Pantón. Deja que sus muros antiguos te cuenten historias del pasado, que sus vistas panorámicas te inspiren y que su atmósfera de serenidad te envuelva en un abrazo de paz y reflexión. La Ribeira Sacra y su Monasterio de Ferreira de Pantón te esperan con los brazos abiertos, listos para revelarte los secretos de una Galicia eterna y mágica.

Puede que te interese también: Lagunas de Bertiandos e São Pedro d’Arcos: Senderismo puro