Esta iglesia construida en homenaje a la patrona de Ribadavia se asentó en los siglos XVII y XVIII en el lugar en el que había estado anteriormente la ermita de Santa María de Valparaíso. La iglesia destaca por su bóveda y cuenta en su interior con un retablo barroco de gran valor tallado en madera de ciprés que data del año 1737 y en el que se representa a la virgen y el episodio del Descendimiento. La fachada de la iglesia, neoclásica, es del siglo XIX.