La camelia, reina del invierno

La camelia es la reina de Galicia. Y la del invierno. En enero comienza a florecer y llena de luz nuestros jardines, aletargados por las lluvias y la oscuridad. Aunque frágil en apariencia, la camelia es capaz de florecer en los meses más duros del año y hacerle frente al frío invernal. Los colores y formas de la camelia varían, por lo que nunca nos cansamos de explorar los jardines en busca de flores por descubrir.

Tamara Novoa Alonso
Fotografía: Pío García

015961-1

No se sabe con exactitud cuándo llegó a Galicia, pero aquí encontró un hábitat perfecto. De hecho, las camelias gallegas son árboles y no plantas o arbustos como las de Oriente, lugar de procedencia de esta planta. Además, las gallegas tienen un período de floración mucho más largo que las de otros países, que se extiende hasta cuatro meses. La humedad y el suelo son las claves de su desarrollo.

Pazo de Rubians-Vilagarcia-Pontevedra

La camelia forma parte del día a día de los gallegos. Está presente en las calles, los parques y las casas. Sin embargo, esta popularización llegó en las últimas décadas. Hasta entonces estaban relegadas a las viviendas de los más pudientes, lo que explica que los ejemplares más espectaculares estén en los jardines de los pazos gallegos.

Pazo de Rubians-Vilagarcia-Pontevedra

Por este motivo se ha diseñado la Ruta de la Camelia, que recorre 12 espléndidos jardines y nos ofrece un paseo alrededor de ejemplares únicos, además de brindarnos la oportunidad de descubrir la arquitectura más senlleira. Ocho jardines están ubicados en la provincia de Pontevedra y los cuatro restantes en Coruña. Agua, piedra y misterio son la clave de los jardines, y su secreto dicen que reside en que cada vez que los visitas descubres algo nuevo. Son espacios románticos, llenos de recovecos en los que perderse.

Pazo de Buzaca-San lourenzo-Moraña-Pontevedra

Uno de los puntos en los que recala esta ruta es el Pazo Quiñones de León. Enclavado en el pulmón verde de Vigo, el pazo tiene sus orígenes en el siglo XV, cuando aquí se levantó una fortaleza para defenderse de los portugueses. Más adelante se le añadirían varias construcciones que darían como resultado el pazo de estilo renacentista que hoy en día alberga en su interior el museo municipal de la ciudad. El jardín está dividido en tres niveles diferentes, lo que lo convierten en un espacio único por el que pasear. Las camelias llegaron a Castrelos en 1870 cuando el marqués Loureiro trajo alguna variedad de su vivero portugués.

Qué ver en Vigo: Pazo Quiñones de León

También en las Rías Baixas, pero un poco más al norte, la ruta nos invita a visitar el Pazo de A Saleta, en el que se instaló el matrimonio inglés Gimson en la década de 1960. Fueron ellos los que transformaron la finca en un verdadero jardín botánico con la ayuda de la proclamada arquitecta jardinista Brenda Colvin. Más tarde, la familia familia Rodríguez Coladas conservó los bellos jardines y restauró el pazo y su capilla, en la que se celebra cada año una romería en honor a la virgen de la Saleta.

Pazo Quiñones de León - Vigo

El Pazo de Rubiáns esconde tras sus muros centenarios uno de los jardines más atractivos de toda Galicia. Catalogado como jardín de excelencia internacional, cuenta con una finca de 40 hectáreas en la que podemos visitar una colección de camelias única en el mundo, con más de tres mil ejemplares de ochocientas variedades diferentes entre las que destacan las plantadas por el duque de Camiña en 1850.

Pazo de Rubians-Vilagarcia-Pontevedra

Entre los otros puntos que recorre la ruta están la Casa-Museo de Rosalía de Castro en Padrón o los parques urbanos de la Alameda de Santiago y el Castro en Vigo. También el Pazo de Oca, el de Faramello o el Castillo de Soutomaior.
Pero la camelia es mucho más que una planta ornamental. A partir de sus hojas se elabora el té y de sus semillas se extrae un aceite que supera en propiedades al de oliva. La Estación Fitopatolóxica de Areeiro ha estado trabajando en la elaboración de estos productos durante los últimos años y ya se encuentran a la venta en los pazos por los que discurre la ruta.

Puede que te interese también Cascadas das Hortas: Un tesoro natural escondido en Arzúa

Pazo Saleta-Meis-Pontevedra