Qué ver en Mondoñedo

«Mondoñedo ya no existe», escribía Juan Cueto en 1982, un año después de la muerte del escritor mindoniense Álvaro Cunqueiro, «todo fue un espejismo literario que se desploma cuando falta el narrador», añadía el artículo.
Qué ver en Mondoñedo. Sin embargo, Cunqueiro sigue vivo en Mondoñedo. Continúa allí sentado, observando la catedral de la Asunción y la plaza que la rodea, su espíritu merodea las callejuelas que envuelven el casco histórico y está presente en el conjunto de los mindonienses, que lo nombran con orgullo.

Tamara Novoa Alonso
Fotografía: Pío García

Qué ver en Mondoñedo, esconde la magia de ese universo extraordinario creado por don Álvaro. Un lugar de hadas y druidas que viven entre las nieblas de las montañas y bajo los orballos que alimentan los musgos de los árboles. La ciudad episcopal se convirtió en un escenario fantástico del que su autor nos hizo participes, invitándonos a todos a soñar con él. «Soy un soñador. La mitad del ser humano es sueño. O más. El hombre se muere, lo matan, cuando deja de soñar», decía Cunqueiro en una entrevista.

Pero esa villa, que se levanta sobre el valle del río Masma y en la que habitan unas cuatro mil personas fue hasta 1825 una de las siete capitales del antiguo Reino de Galicia, fruto del poder religioso que ejercía. Según el propio escritor, ya era mágica en sí misma antes de su llegada. «Muy pronto me di cuenta de que tenía un mundo especial. Mondoñedo es la zona de Galicia en la que se recogió la mayor parte de romances carolingios y artúricos, en esta zona hay una tradición oral, mucha leyenda, un país que tiene muchos tesoros llenos de oro», explicaba el autor.

Tuvo una infancia feliz en su pueblo. Ya desde niño mostraba gran interés por los libros y por los mundos imaginarios que contemplaba qué ver en Mondoñedo, y aquellos otros que solo vivían en su cabeza. Con tan solo diez años se trasladó a Lugo, donde estudió el Bachillerato. Más tarde se mudó a Santiago para estudiar Filosofía y Letras. En esta etapa aparecieron sus primeros libros, y fue la época también de su acercamiento al Partido Galeguista. Sin embargo, tras la Guerra Civil simpatizó con el régimen falangista y se trasladó a Madrid para trabajar como periodista. En 1948 se desligó del franquismo y se aisló en Mondoñedo.

Este período fue el más fructífero como escritor. De aquí surgieron sus obras más célebres, Merlín e familia, As crónicas do sochantre y Se o vello Simbad volvese ás illas. La última fase de su vida la pasó en la ciudad olívica, donde dirigió el Faro de Vigo.

Son múltiples las reseñas que encontramos en su literatura y artículos periodísticos relacionadas con las ciudades en las que vivió y con Galicia de forma general, pero Cunqueiro guardaba un rincón especial para la ciudad del Masma. Nunca se fue del todo de su villa natal, y él mismo reconocía no poder vivir «sin la humedad y el verdor de su tierra». En los artículos publicados en la revista barcelonesa Destino inmortalizó las tradiciones de su ciudad. Entre ellas la pesca de truchas en el río o la matanza del cerdo, y también dejó constancia de la gastronomía, marcada aquí por los postres elaborados con almendras y cabello de ángel.

Qué ver en Mondoñedo. Caminar por la villa mindoniense es pasearse por las entrañas del escritor. En la rúa Méndez Núñez encontraremos la casa donde nació, se erige frente a la Fonte Vella también conocida como Fonte de Álvaro Cunqueiro. Una placa junto al caño reza la siguiente inscripción: «Mondoñedo, rica en pan, agua y latín», palabras del propio novelista.

Si bajamos hacia la plaza, frente a la catedral hallamos la casa vital de Cunqueiro, donde se encerró a escribir, entre otras, Merlín e familia, inspirado por el paisaje boscoso que divisaba desde la parte trasera de la vivienda. Al acercarnos hasta el barrio de Os Muiños, catalogado por el escritor como la «Venecia mindoniense», pasearemos entre los canales y cruzaremos A Ponte do Pasatempo, donde la mujer del mariscal Pardo de Cela era entretenida para impedir que llegase a tiempo con el indulto que libraría a su marido de ser degollado, allá en tiempos de los Reyes Católicos

Qué ver en Mondoñedo. Y por último, nos adentramos en el cementerio mindoniense, donde descansan los restos del literato. Por el aniversario de su muerte se inauguró una lápida con la siguiente inscripción: «Aquí yace alguien que con su obra hizo que Galicia viviera mil primaveras más». Una Galicia que es más rica gracias a su trabajo, con el que consiguió que incluso aquellos que no han visitado Mondoñedo lo conozcan a través de sus versos. Mondoñedo será siempre inmortal gracias a Cunqueiro.

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