Sobre una gran roca de 627 metros conocida como O Castelo, que se eleva por encima de los demás accidentes geográficos y que presenta un grandísimo desnivel, se habilitó en 2001, este mirador que ofrece unas vistas estupendas de la zona de los viñedos, además de los frondosos bosques que dominan la orilla de Ourense. En sus cercanías encontramos una ermita dedicada a San Amaro.