Qué ver en Ponteceso

Tamara Novoa Alonso
Fotografía: Pío García

Iglesia de San Fiz de Anllóns

«O fogar» del bardo de Bergantiños

Ponteceso es la espesura de los pinos verdescentes. El discurrir del río Anllóns antes de su muerte. Es morada de bardos y druidas. Tierra de raíces celtas, hogar de Breogán. Lar de hombres melancólicos con alma atlántica. Un emplazamiento en el que cosas mágicas ocurren bajo la placida luz del luar. Ponteceso es un lugar alejado de los ruidos de la ciudad. Ponteceso es calma, naturaleza. Y es Pondal.

Son las 12 de la mañana y las campanas de la iglesia de San Fiz de Anllóns marcan la llegada del mediodía como lo hacían hace casi dos centurias, cuando Pondal escribía aquellos versos melancólicos en los que el eco de la campana hacía recordar a un reo en la cárcel de Orán los tiempos felices que había vivido en su tierra natal: Ponteceso.

Cando te sinto tocar,
campana de Anllóns doente,
nunha noite de luar…
rompo triste a suspirar,
por cousas dun mal ausente

eduardo_pondal

Caminar por Ponteceso es recorrer la biografía y poesía del escritor gallego, conocido como el bardo de Bergantiños. Y es que no hay Pondal sin Ponteceso, al igual que no es posible hablar de Ponteceso sin mencionar a Pondal. Y es por ello que en la comarca han diseñado la ruta pondaliana del val nativo para recorrer este rincón de la Costa da Morte. El sendero transcurre por los lugares a los que el escritor hizo referencia en sus poesías. A lo largo del trayecto encontramos monolitos de piedra con la cara de Pondal grabada y su mirada nos indica por dónde continua el sendero.

Ponteceso

La ruta parte de la plaza del Recheo. Aquí encontramos el primer monolito de los catorce que indican el trayecto. En una de las caras está inscrito el poema «A Campana d’Anllóns». Tras la plaza podemos observar el discurrir del río Anllóns, al que Pondal dedicó muchos de sus poemas. A la vera del río también encontramos la casa natal del bardo, un pazo que construyó su padre con los ahorros que se había traído de América, donde estuvo emigrado. En la actualidad viven en él descendientes de la familia del escritor de Bergantiños.

Casa de Pondal

Pondal, junto con Rosalía y Curros Enríquez, es uno de los iconos del Rexurdimento gallego. Una constante de la poesía del escritor bergantiñán es la referencia persistente al pueblo celta. En su literatura encontramos continuas menciones al legado arquitectónico que los pobladores celtas dejaron en tierras gallegas. Un ejemplo es el poema dedicado al dolmen de Dombate. Situado en el ayuntamiento vecino de Cabana, se trata de uno de los monumentos megalíticos gallegos mejor conservados. Está formado por una tapa de cuatro metros de largo y siete piedras verticales; su origen se sitúa en torno al año 3000 a.C. El propio Pondal quería que lo enterrasen en un dolmen.

A Insua - Ponteceso

La ruta pondaliana termina en la cumbre del monte Branco, que debe su nombre a las arenas que trepan por sus laderas, arrastradas por los vientos del suroeste. Desde la cima tenemos unas vistas sin igual de la desembocadura del río Anllóns en el Atlántico, donde se forma un hermoso estuario conocido como A Insúa, un conjunto de dunas de casi dos kilómetros de longitud. Un paraje rico por su flora y por su fauna. Pero, además, un paisaje que sirvió de inspiración al creador del himno gallego.