Un viaje al corazón de Galicia puede descubrirte secretos milenarios que desafían el paso del tiempo. El Puente Freixo en Celanova es uno de ellos.
¿Te has preguntado alguna vez cómo era el mundo hace dos mil años? El Puente Freixo en Celanova nos ofrece un vistazo a esta época. Un vestigio romano que nos habla de un pasado lejano, pero que se mantiene intacto gracias a la resistencia de sus antiguos constructores. Este puente, un emblema del turismo en la región, te invita a viajar a través del tiempo.
Puente Freixo en Celanova: Un patrimonio vivo del Imperio Romano
El puente, construido en el siglo II o III, formaba parte de un ramal de la Via Romana que unía Braga con Astorga. Esta construcción de cuatro arcos de medio punto se yergue sobre el río Arnoia, imponente e inmutable.
La Belleza del Puente Freixo en Celanova
Los machones sobre pilastras que sobresalen de los arcos fueron diseñados para resistir la corriente del río. Además, se puede observar el almohadillado de los sillares, característico de las construcciones romanas, un detalle que aporta una majestuosidad única a este monumento.
El encanto del turismo al aire libre
El Puente Freixo en Celanova no sólo ofrece un vínculo con el pasado, sino que también presenta un entorno natural de belleza excepcional. El río Arnoia fluye tranquilo bajo los arcos romanos, rodeado por una vegetación exuberante que cambia de color con las estaciones. Las aguas cristalinas del río, las verdes praderas y las frondosas arboledas crean un escenario sereno y poético, ideal para paseos y reflexiones.
Es en este rincón natural donde el tiempo parece detenerse, donde puedes respirar la tranquilidad y conectar con la naturaleza, convirtiéndolo en un lugar idílico para los amantes del turismo al aire libre. Desde el puente, las vistas panorámicas del paisaje gallego son simplemente impresionantes, y te harán apreciar aún más el privilegio de viajar por estas tierras ricas en historia y belleza natural.
Puente Freixo en Celanova: Imprescindible en tu itinerario de viaje
El puente no sólo es un monumento, sino también un testimonio de la increíble habilidad de los antiguos romanos para la ingeniería y la arquitectura. Se ha convertido en un símbolo de Celanova y un destino obligatorio para quienes disfrutan del turismo histórico.
En resumen, el Puente Freixo en Celanova es una ventana a un tiempo lejano, un monumento que nos habla de la rica historia de Galicia y de la impresionante capacidad de los romanos para crear estructuras que perduran a través del tiempo. Así que, si decides viajar a Celanova, no te olvides de visitar este impresionante vestigio del pasado.
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