Se estima que la construcción de este puente ubicado en el municipio ourensano de Baños de Molgas data del siglo II. Algunos siglos después (en el XIV) habría sufrido algunas reformas pero los expertos en arquitectura dicen que todavía puede verse en la parte baja del arco un almohadillado de los perpiaños, típicamente romano. Del siglo XX serían sus pretiles y el enlosado de la calzada.