Eslovenia es un país pequeño pero lleno de encantos. En este recorrido de 10 días, descubrirás qué ver en Eslovenia, desde su vibrante capital hasta sus paisajes alpinos, lagos cristalinos y ciudades medievales. Prepárate para una aventura inolvidable que te llevará por los rincones más impresionantes de este país europeo.
Explorando Liubliana, la capital de Eslovenia
Comenzamos nuestro viaje en Liubliana, una ciudad encantadora cuya historia se remonta a la época romana, cuando era conocida como Emona. Liubliana, con su mezcla de arquitectura barroca, renacentista y moderna, es un lugar perfecto para comenzar a descubrir qué ver en Eslovenia. La ciudad se asienta a orillas del río Ljubljanica, cuyas riberas están repletas de cafés y terrazas donde disfrutar de un café o un vino local.
El Castillo de Liubliana, que domina la ciudad desde una colina, ofrece unas vistas panorámicas inigualables. Desde allí, puedes bajar paseando por el casco antiguo, con sus calles adoquinadas y sus edificios coloridos. El legado del arquitecto Jože Plečnik está presente en muchos rincones de la ciudad, como el Puente de los Dragones, uno de los lugares más emblemáticos. No puedes perderte la Plaza Prešeren, con su icónico monumento al poeta nacional Franc Prešeren y la Catedral de San Nicolás.
La gastronomía de Liubliana también es un atractivo. Prueba la kranjska klobasa, una salchicha típica eslovena, o visita uno de los mercados locales como el Mercado Central, donde podrás degustar productos frescos. Para cenar, te recomendamos el restaurante JB, dirigido por el chef Janez Bratovž, donde podrás disfrutar de platos innovadores que combinan tradición y modernidad.
Garganta de Vintgar por la mañana y Lago Bled por la tarde
El segundo día de nuestro recorrido por Eslovenia comienza con una visita matutina a la impresionante Garganta de Vintgar, un destino natural que no puedes dejar de ver en Eslovenia. Situada a solo unos pocos kilómetros de Bled, esta garganta esculpida por el río Radovna ofrece un espectáculo de naturaleza en su estado más puro. Caminando por la pasarela de madera que se extiende a lo largo de 1,6 kilómetros, te sumergirás en un entorno de vegetación exuberante, acantilados imponentes y aguas cristalinas que fluyen con fuerza, creando cascadas y rápidos a lo largo del trayecto.
La caminata por Vintgar es accesible para todos los niveles y te llevará aproximadamente una hora y media de ida y vuelta. Durante el recorrido, no te pierdas la oportunidad de admirar la Cascada Šum, la más alta de Eslovenia, con una caída de 16 metros que impresiona por su belleza y la serenidad del entorno. La mejor hora para visitar Vintgar es temprano por la mañana, cuando la luz del sol se filtra a través de los árboles, iluminando las aguas turquesas y creando una atmósfera mágica. Tras completar la caminata, puedes relajarte en uno de los pequeños cafés cercanos y disfrutar de un café o una merienda antes de continuar tu día.
Por la tarde, dirígete al cercano Lago Bled, uno de los lugares más icónicos que ver en Eslovenia. Este lago glacial, rodeado por los majestuosos Alpes Julianos, es famoso por su pintoresca isla en el centro, coronada por la Iglesia de la Asunción. La imagen del lago con su isla y el castillo en el fondo es quizás la más emblemática de Eslovenia. Puedes acceder a la isla en las tradicionales barcas pletnas, que son operadas a remo y te ofrecen una experiencia auténtica y tranquila mientras cruzas las aguas cristalinas. Una vez en la isla, sube los 99 escalones que conducen a la iglesia, donde podrás disfrutar de vistas panorámicas impresionantes del lago y los alrededores.
Además de la visita a la isla, no puedes dejar de explorar el Castillo de Bled, situado en un acantilado que domina el lago. Este castillo medieval ofrece una combinación perfecta de historia y naturaleza, con un museo que recorre la historia de la región y una terraza desde la cual puedes disfrutar de una vista panorámica única. Es un lugar ideal para capturar fotografías que inmortalicen tu visita a este hermoso rincón de Eslovenia.
Para concluir tu día, te recomendamos cenar en uno de los restaurantes con vistas al lago. El restaurante del Castillo de Bled es una excelente opción, donde podrás disfrutar de platos tradicionales eslovenos, como el pečenica (salchicha asada) o el žlikrofi (una especie de ravioli) mientras contemplas la puesta de sol sobre el lago. Y no olvides probar la famosa kremšnita, la tarta de crema de Bled, en la pastelería del Hotel Park, un verdadero placer para los sentidos.
Si te preguntas qué ver en Eslovenia en un solo día, esta combinación de la aventura matutina en la Garganta de Vintgar con la serenidad y belleza del Lago Bled por la tarde es la respuesta perfecta. Conocer estos dos destinos te permitirá experimentar dos de los lugares más emblemáticos de Eslovenia en un solo día, convirtiendo esta jornada en una de las más memorables de tu viaje. Además, es un día que combina lo mejor de la naturaleza, la historia y la gastronomía eslovena, elementos esenciales que ver en Eslovenia durante tu visita.
Naturaleza en estado puro en el Lago Bohinj
Siguiendo nuestra ruta, llegamos al Lago Bohinj, el lago más grande de Eslovenia, situado en el corazón del Parque Nacional Triglav. Rodeado de montañas y bosques, este lago de aguas cristalinas es un paraíso para los amantes del aire libre y otro de los lugares que no te puedes perder si estás buscando qué ver en Eslovenia. Bohinj es un lugar ideal para practicar kayak, natación o simplemente disfrutar de un paseo por los senderos que lo rodean.
Una de las actividades más recomendadas es subir en el Teleférico de Vogel, que te llevará a una altitud de más de 1.500 metros, donde las vistas de los Alpes Julianos y el lago son impresionantes. En invierno, Vogel es un popular centro de esquí, pero en verano es perfecto para el senderismo y la observación de la fauna local.
La región de Bohinj es también famosa por su producción de quesos artesanales. En el pueblo de Stara Fužina, puedes visitar el Museo de la Lechería, donde aprenderás sobre la tradición quesera de la región y podrás degustar algunos de sus productos, como el queso mohant, con su sabor fuerte y distintivo. Para una experiencia gastronómica completa, te recomendamos el restaurante Danica, donde podrás disfrutar de platos tradicionales como el žganci, una especie de polenta servida con leche o miel.
Descubre la serenidad del Lago Jasna
El Lago Jasna, ubicado cerca de la localidad de Kranjska Gora, es el siguiente destino de nuestro recorrido. Este lago artificial, formado por la confluencia de dos arroyos, es famoso por sus aguas cristalinas y su entorno pintoresco. Rodeado por los imponentes picos de los Alpes Julianos, el Lago Jasna es un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
Aunque el Lago Jasna es un sistema de dos lagos, la serenidad del lugar lo convierte en un sitio ideal para nadar, hacer picnics o simplemente pasear por los senderos que lo rodean. Durante el invierno, Kranjska Gora se convierte en un popular destino de esquí, pero en verano, las tranquilas aguas del lago invitan a un baño refrescante.
Después de un día explorando el lago, te sugerimos disfrutar de la cocina local en el restaurante Milka, que ofrece una fusión de sabores tradicionales eslovenos con un toque moderno. Los platos destacados incluyen el trucha de Jasna, pescada directamente del lago, y los postres caseros elaborados con ingredientes locales.
Cueva de Postojna: Un viaje al corazón de la tierra
El quinto día nos lleva a una de las atracciones más impresionantes que ver en Eslovenia: la Cueva de Postojna. Esta cueva kárstica, con más de 24 kilómetros de túneles y galerías subterráneas, es uno de los sistemas de cuevas más visitados de Europa. Formada hace millones de años por la acción del agua sobre la piedra caliza, la cueva ofrece un espectáculo de estalactitas y estalagmitas que deja sin palabras a sus visitantes.
La visita a la cueva comienza con un recorrido en tren subterráneo, que te llevará a través de sus impresionantes pasadizos hasta llegar a las profundidades de la cueva. Durante el tour guiado, aprenderás sobre la geología y la historia de la cueva, así como sobre las criaturas que la habitan, como el proteus, también conocido como la cría de dragón.
Para una experiencia completa, almuerza en el restaurante Proteus en Postojna, donde podrás degustar platos tradicionales eslovenos, como el štruklji, una especie de rollo relleno, que es perfecto para recargar energías después de una mañana de exploración.
Qué ver en Eslovenia: Castillo de Predjama
El sexto día lo dedicamos a explorar a fondo el Castillo de Predjama, una de las estructuras más singulares y dramáticas de Eslovenia. Este castillo gótico, que data del siglo XIII, está construido en la entrada de una cueva y se alza imponente sobre un acantilado rocoso. Su ubicación estratégica y su historia lo convierten en un lugar lleno de leyendas y misterios.
El castillo fue ampliado y renovado en el siglo XVI, cuando adquirió su apariencia renacentista actual. Durante la visita, podrás explorar sus pasadizos, torres y salas, mientras aprendes sobre la vida en la Edad Media y las historias de sus antiguos habitantes, como el legendario caballero Erazem de Predjama. Las vistas desde el castillo son espectaculares y permiten imaginar cómo era la vida en esta fortaleza inexpugnable.
En la cercana localidad de Postojna, puedes encontrar varios restaurantes que ofrecen cocina tradicional eslovena. Uno de ellos es el restaurante Predjamski Grad, donde podrás disfrutar de platos locales como la jota, una sopa típica de la región de Primorska, acompañada de un buen vino esloveno.
Maribor: Tradición vinícola y encanto urbano
El séptimo día de nuestro viaje nos lleva a Maribor, la segunda ciudad más grande de Eslovenia y un destino imprescindible para quienes buscan qué ver en Eslovenia. Maribor no solo ofrece un rico patrimonio histórico y cultural, sino que también es famosa por su tradición vinícola, que la convierte en un paraíso para los amantes del vino. La ciudad se asienta a orillas del río Drava y tiene un casco antiguo encantador, lleno de calles empedradas y edificios históricos.
Comienza tu visita en la Plaza Principal (Glavni trg), el corazón de la ciudad, rodeada de coloridos edificios renacentistas y barrocos que reflejan el carácter vibrante de Maribor. En el centro de la plaza, la Columna de la Peste, un monumento barroco del siglo XVII, conmemora la superación de la epidemia que devastó la ciudad. Desde aquí, puedes caminar hasta la Catedral de San Juan Bautista, una impresionante iglesia gótica con un interior ricamente decorado que cuenta con una historia que se remonta a más de 800 años.
Maribor también es conocida por su castillo, que alberga el Museo Regional de Maribor. Este museo ofrece una visión fascinante de la historia y cultura de la región, con exhibiciones que incluyen desde artefactos arqueológicos hasta obras de arte contemporáneo. Desde el castillo, disfruta de las vistas panorámicas del casco antiguo y del río Drava, que atraviesa la ciudad y ofrece un entorno perfecto para paseos relajados a lo largo de sus orillas.
Sin embargo, lo que realmente distingue a Maribor es su herencia vinícola. Aquí se encuentra la Vieja Vid (Stara trta), la vid más antigua del mundo, con más de 400 años de historia. Esta vid, que todavía produce uvas, es un símbolo del patrimonio vinícola de Maribor y de Eslovenia en general. Puedes visitar la Casa de la Vieja Vid, un pequeño museo dedicado a la historia de la viticultura en la región, y aprender sobre las técnicas tradicionales de producción de vino.
No puedes irte de Maribor sin visitar algunas de sus bodegas locales. En los alrededores de la ciudad, especialmente en la región de Pohorje, encontrarás numerosas bodegas que ofrecen degustaciones de vinos. El vino blanco, particularmente el Riesling y el Chardonnay, es una especialidad local, aunque también se producen excelentes vinos tintos. Para una experiencia gastronómica completa, te recomendamos cenar en el restaurante Mak, donde podrás disfrutar de platos innovadores elaborados con ingredientes locales y maridados con los mejores vinos eslovenos. El chef David Vračko, conocido por su enfoque creativo y vanguardista, garantiza una experiencia culinaria única que realzará tu visita a Maribor.
Parque Nacional del Triglav: El paraíso alpino
El octavo día nos lleva al Parque Nacional del Triglav, el único parque nacional de Eslovenia y uno de los lugares más espectaculares que ver en Eslovenia. Este parque, que abarca más de 800 kilómetros cuadrados, es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. El parque lleva el nombre de la montaña Triglav, la más alta de Eslovenia, que se alza majestuosamente en el centro del parque.
El Parque Nacional del Triglav ofrece una amplia variedad de actividades al aire libre, desde senderismo y alpinismo hasta ciclismo de montaña y deportes acuáticos en sus lagos. Uno de los senderos más populares es la subida al Triglav, que requiere una buena condición física y experiencia en montaña. Sin embargo, hay rutas más accesibles que permiten disfrutar de la belleza del parque sin necesidad de grandes esfuerzos.
En invierno, el parque se convierte en un destino ideal para los entusiastas del esquí y el snowboard, con estaciones de esquí bien equipadas y paisajes nevados de ensueño. Durante el verano, los lagos Bohinj y Bled, que también forman parte del parque, son perfectos para nadar y practicar deportes acuáticos.
Después de un día de aventuras en el parque, relájate en uno de los refugios de montaña que ofrecen comidas tradicionales eslovenas. El refugio Aljažev Dom, ubicado en el valle de Vrata, es un lugar ideal para disfrutar de un plato de ričet (una sopa espesa de cebada) mientras contemplas las impresionantes vistas de las montañas.
El Valle del Soča: Aventura y belleza natural en Eslovenia
Nuestro día en Eslovenia nos lleva al Valle del Soča, conocido por sus ríos cristalinos y paisajes alpinos. Este valle, situado en los Alpes Julianos, es un lugar perfecto para quienes buscan qué ver en Eslovenia si son amantes de la naturaleza y la aventura. El río Soča, con sus aguas turquesas, es uno de los más hermosos de Europa y un destino popular para el rafting y el kayak.
El valle también ofrece numerosas rutas de senderismo que te permitirán explorar su belleza natural. Una de las más destacadas es la que lleva a la cascada de Kozjak, una impresionante caída de agua escondida en un estrecho cañón. Otro punto de interés es el puente colgante sobre el río Soča, desde donde se pueden disfrutar de vistas panorámicas del valle.
El Valle del Soča también es rico en historia, especialmente relacionada con la Primera Guerra Mundial. El Museo de Kobarid, en la localidad del mismo nombre, ofrece una fascinante visión de los eventos que tuvieron lugar en la región durante la guerra. Para cerrar el día, te sugerimos cenar en Hiša Franko, el restaurante de la famosa chef Ana Roš, donde podrás degustar una cocina innovadora basada en ingredientes locales, como la trucha del Soča y las hierbas silvestres.
Piran: Un tesoro costero con encanto veneciano
Para cerrar nuestro viaje de 10 días por Eslovenia, nos dirigimos al encantador pueblo costero de Piran, situado en la península de Istria, a orillas del mar Adriático. Piran es, sin duda, uno de los destinos más bonitos y pintorescos que ver en Eslovenia, un lugar donde la historia, la cultura y la belleza natural se entrelazan para ofrecer una experiencia única. Este pequeño pueblo, con su arquitectura veneciana bien conservada, sus estrechas calles empedradas y sus vistas panorámicas al mar, es el destino perfecto para concluir nuestro recorrido.
Al llegar a Piran, lo primero que te sorprenderá es su encanto medieval, con edificios de color pastel que recuerdan a su pasado bajo dominio veneciano. Comienza tu exploración en la Plaza Tartini, el corazón del pueblo, nombrada en honor al famoso violinista y compositor Giuseppe Tartini, originario de Piran. La plaza está rodeada de elegantes edificios históricos, entre los que destaca la Casa Veneciana, una joya arquitectónica con su fachada roja adornada con detalles góticos. Desde la plaza, las vistas del puerto y el mar son espectaculares, especialmente al atardecer.
No puedes dejar Piran sin visitar la Catedral de San Jorge, situada en lo alto de una colina que domina la ciudad. Esta iglesia barroca, con su impresionante campanario, ofrece una de las mejores vistas panorámicas de Piran y la costa adriática. Subir al campanario es una experiencia que vale la pena, ya que desde allí podrás disfrutar de una vista de 360 grados que abarca el mar, el puerto, y las colinas circundantes.
Uno de los mayores atractivos de Piran es la Muralla, que rodea el casco antiguo y ofrece la oportunidad de pasear por sus antiguas fortificaciones mientras disfrutas de impresionantes vistas al mar Adriático. Caminar por la muralla es como retroceder en el tiempo, y te permitirá apreciar la disposición de la ciudad desde una perspectiva única. La combinación de mar y montañas hace de Piran un lugar especialmente fotogénico, ideal para capturar recuerdos inolvidables de tu viaje.
Piran también es conocido por su excelente gastronomía, especialmente los mariscos frescos. Los restaurantes a lo largo del paseo marítimo ofrecen una amplia variedad de platos locales, como la brodet, un guiso de pescado típico de la región, o los calamares a la parrilla, acompañados de una copa de vino Malvasía, producido en la cercana región vinícola de Istria. Para un toque dulce, prueba los figues, un postre elaborado con higos locales, que refleja los sabores mediterráneos de la región.
Después de un día explorando los encantos de Piran, no hay mejor manera de terminar tu viaje por Eslovenia que relajándote en una de sus calas escondidas o en la playa de Fiesa, donde puedes nadar en las aguas cristalinas del Adriático o simplemente disfrutar del ambiente tranquilo de este pequeño paraíso costero. Piran es el lugar perfecto para relajarse y reflexionar sobre las maravillas que has descubierto a lo largo de este viaje.
Piran, con su mezcla de historia, cultura y belleza natural, es un destino imprescindible para cualquiera que busque qué ver en Eslovenia. Este pintoresco pueblo costero no solo te cautivará con su encanto veneciano, sino que también te ofrecerá la oportunidad de experimentar la rica herencia cultural y culinaria de Eslovenia. Terminar tu recorrido por Eslovenia en Piran es la manera ideal de cerrar un viaje lleno de descubrimientos y experiencias inolvidables, dejando un último recuerdo imborrable de este fascinante país.
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