El turismo rural y de cercanía está cada vez más en auge. Especialmente, en tierras tan ricas y variadas como las gallegas. Allí, encontramos, muy cerca de Santiago de Compostela, la ruta fluvial del río Barcala.
La senda fluvial del río Barcala
El río Barcala discurre a lo largo de la provincia de La Coruña. El río tiene 18 kilómetros de longitud aproximadamente, pero la senda que nos ocupa es más corta: apenas llega a los dos y medio. Por ello, lo habitual es hacerla circular (ida y vuelta).
Estamos ante un paseo de poca dificultad y con apenas desnivel. Podrás recorrerla tranquilamente con tu familia, desde los más pequeños hasta los mayores, sin que suponga un esfuerzo para todos. Es más, gracias a su anchura y su pavimento, podrás viajar con personas con movilidad reducida, pues es completamente accesible.
Pese a la poca longitud de la senda, el río Barcala deja numerosos lugares que ver a lo largo del paseo. Uno de los más fotografiados es el salto de agua que se encuentra a mitad del camino. Es de poca altura, pero muy diáfano y forma una bonita presa. Además, esta ruidosa caída rompe la tranquilidad del discurrir del río y suele hacer las delicias de los pequeños de la casa, a quienes les encanta visitar esta zona.
Varios puentes de madera jalonan también el recorrido, que discurre a lo largo de un paraje arbolado, lo que nos permitirá disfrutar de un paseo fresco incluso en las épocas de más calor.
Comida a orillas del río Barcala
Si vas con tu familia o un grupo de amigos, no dudes en comer. Al final, el camino cuenta con el área recreativa de Cobas, donde podrás sacar tus bocadillos y comer en plena naturaleza. ¡No hace falta hacer viajes lejanos para disfrutar del mejor turismo rural!
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