En el corazón de Galicia, en la apacible región de Celanova, se encuentra un santuario de historia y belleza: San Pedro de Mourillós. Este enclave, con su encanto peculiar y su riqueza histórica, se convierte en un destino de turismo inigualable, ideal para quienes buscan sumergirse en la profundidad de los siglos y descubrir tesoros ocultos. Desde las primeras luces del día hasta el atardecer, la iglesia parece recitar en silencio las historias que ha guardado durante años, invitando a los viajeros a descubrirlas.
San Pedro de Mourillós: La huella románica
El diseño de San Pedro de Mourillós nos habla de un pasado románico. Una antigua ventana, restos arquitectónicos conservados en la parte posterior de la espadaña y otros elementos dispersos en el edificio, son testigos de este rico pasado. Estos vestigios románicos son verdaderos tesoros que se encuentran al alcance de quienes deciden viajar a través del tiempo y las páginas de la historia.
Reformas y ampliaciones
A lo largo de los siglos, San Pedro de Mourillós ha sido objeto de diversas reformas que, lejos de borrar su identidad, han añadido nuevas dimensiones a su personalidad. A mediados del siglo XVI, se llevó a cabo una ampliación de su cabecera, dando más espacio a su sagrada presencia. En 1832, se emprendió una reforma total que rediseñó su fisonomía, integrando nuevos elementos sin renunciar a su esencia.
San Pedro de Mourillós: Interior y detalles
Hoy en día, el interior de la iglesia, de una nave y capilla mayor, está totalmente cubierto de madera, creando una atmósfera cálida y acogedora. La piedra que se utilizó en la construcción del edificio se extrajo de la cantera de San Torcado, un dato que se nos revela en la talla barroca del santo que se encuentra en el interior. Cada rincón de la iglesia está repleto de detalles significativos, llenos de historia y valor artístico.
Influencias y similitudes
La iglesia de San Pedro de Mourillós fue construida imitando a la de San Breixo de Celanova, compartiendo similitudes arquitectónicas y estéticas. El paralelismo entre ambas iglesias ilustra la estrecha relación cultural y religiosa de la región, añadiendo una capa más de interés a los viajes por esta zona de Galicia.
En definitiva, visitar San Pedro de Mourillós es mucho más que un simple paseo turístico. Es un viaje a través del tiempo, una inmersión en la rica historia de Celanova y un encuentro con la arquitectura y la cultura que han resistido el paso de los siglos. La belleza y la tranquilidad que ofrece este lugar, junto con su significativo patrimonio, hacen de este un destino verdaderamente único e inolvidable.
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