El pintoresco encanto de la colegiata de Santa María do Campo de A Coruña reside en su magnífica arquitectura y su rica historia. Este tesoro arquitectónico atrae a visitantes de todo el mundo, alimentando el turismo cultural y haciéndote sentir como si hubieras viajado atrás en el tiempo.
Historia viva de Santa María do Campo de A Coruña
La colegiata fue levantada entre los siglos XII y XIV, convirtiéndose en testigo y protagonista del devenir histórico de la ciudad. Su nombre, «do Campo», alude a su antigua ubicación fuera de las murallas de la ciudad, en lo que antiguamente eran campos de cultivo. Durante siglos, ha sido el centro de numerosos eventos y celebraciones, marcando la vida cotidiana de los habitantes de A Coruña.
La construcción de la Colegiata de Santa María do Campo de A Coruña y posterior desarrollo estuvo marcado por las corrientes artísticas de la época, abarcando desde el románico ojival de sus inicios hasta las modificaciones del siglo XIX. Hoy en día, se presenta no solo como un monumento de inmenso valor arquitectónico, sino también como un libro abierto que cuenta la historia de la ciudad y sus gentes.
Arquitectura emblemática de la colegiata
Los elementos más destacados son su construcción románica ojival y su planta basilical. Las tres naves se distribuyen de forma armónica, presentando un ábside semicircular en la nave central y dos rectangulares en las laterales. Su arquitectura te invita a viajar a la época medieval, atrapando tu atención y asombro en cada detalle.
Los tesoros ocultos en sus detalles
La colegiata de Santa María do Campo de A Coruña conserva tres portadas, siendo la del sur la más antigua. Las semicolumnas que adornan los pilares cuadrados y los capiteles historiados nos cuentan historias del pasado, como la Adoración de los Reyes Magos y escenas de caza. Los detalles están en todas partes, haciendo de este lugar una parada obligatoria en tus viajes.
La fascinación de la fachada y las bóvedas, de Santa María do Campo de A Coruña
A pesar de las modificaciones en el siglo XIX, la fachada conserva su antiguo pórtico, y la bóveda central apuntada junto con las bóvedas estrelladas de la Capilla de la Estrella le aportan un ambiente celestial. La fachada, con su portada principal, se convierte en el rostro de esta joya del pasado, recibiendo a los visitantes con su imponente presencia.
El patrimonio cultural y arquitectónico de Santa María do Campo de A Coruña es incalculable. Su impacto en el turismo local es indiscutible, atrayendo a amantes de la historia, la cultura y la arquitectura. Esta colegiata es más que un edificio, es un viaje al pasado, un testimonio viviente de la rica historia de A Coruña.
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