El Santuario dos Milagros de Amil, ubicado en la localidad de Moraña, en la provincia de Pontevedra, emerge como un faro de fe y tradición en el corazón de Galicia. Este lugar sagrado, arraigado en la devoción mariana, ha sido desde sus inicios un punto de encuentro para fieles y peregrinos que buscan la intercesión de la Virgen de los Milagros. La historia del santuario está marcada por un evento prodigioso atribuido a la intervención de la Santísima Virgen en favor de Sebastián de Castro, un momento que marcó el inicio de una profunda veneración que se extiende hasta nuestros días.
Orígenes del Santuario: Fe y devoción en Roza Vella
El relato del milagro realizado por la Virgen para Sebastián de Castro en el siglo XVIII es el punto de partida de esta historia de fe. Tras este evento celestial, se inició la construcción de una modesta ermita en Roza Vella, gracias a las limosnas de los devotos y al ferviente deseo de Castro. Sin embargo, la visión providencial del Licenciado Antonio Manuel Verea y Aguiar, párroco de Amil, marcó un antes y un después en la historia del culto mariano en este lugar.
Bajo su dirección, se decidió trasladar la ermita al lugar conocido como «A Chan», un espacio más adecuado para acoger a los numerosos peregrinos. Este cambio no solo respondió a necesidades prácticas, sino también a la intención de crear un santuario que reflejara la magnitud de la devoción hacia la Virgen de los Milagros. La construcción de una fuente cerca de la nueva ubicación simbolizó la importancia del agua y la pureza, elementos intrínsecos al culto mariano.
Construcción y evolución del Santuario
La edificación del santuario no fue una tarea sencilla. A lo largo de los años, el templo ha experimentado diversas fases de construcción y renovación, siempre guiadas por la devoción y el esfuerzo colectivo de la comunidad. El proyecto inicial, modesto en tamaño pero significativo en espíritu, se vio superado por la creciente afluencia de fieles, lo que llevó a su ampliación y embellecimiento.
Durante el siglo XIX, el santuario experimentó transformaciones importantes. La dirección del Rector Don Pedro Velay, junto con el apoyo del señor de la Buzaca, Don Lorenzo Várela y Sarmiento, y la maestría del cantero Manuel García de Soar, fueron fundamentales para dar forma al actual templo, una joya arquitectónica tallada en granito, que refleja la habilidad y la dedicación de los artesanos de la región.
El Santuario dos Milagros de Amil en la actualidad: Un legado de fe
El Santuario dos Milagros de Amil no solo es un testimonio de la profunda devoción mariana en Galicia, sino también un monumento a la perseverancia y al trabajo comunitario. La finalización del templo en 1869 marcó el inicio de una nueva era de espiritualidad y encuentro para los devotos de la Virgen de los Milagros. Las obras complementarias y el constante embellecimiento del lugar han asegurado que el santuario siga siendo un punto de referencia espiritual y cultural en la región.
La celebración anual de la festividad de la Virgen de los Milagros, el segundo domingo de septiembre, atrae a fieles de toda Galicia y más allá, manteniendo viva la tradición y reforzando el vínculo entre la comunidad y su patróna celestial. Este evento no solo es una manifestación de fe, sino también una oportunidad para experimentar la riqueza cultural y la hospitalidad de Moraña.
El Santuario dos Milagros de Amil es mucho más que un lugar de culto; es un testimonio de la historia, la cultura y la fe de Galicia. Desde su fundación, ha sido un faro de esperanza y un centro de peregrinación, donde lo divino y lo humano se encuentran en un entorno de belleza natural incomparable. La devoción a la Virgen de los Milagros, arraigada en el milagro de Sebastián de Castro, continúa inspirando a generaciones de fieles, reafirmando el poder de la fe y la comunidad en la construcción de un legado espiritual duradero.
El Santuario dos Milagros de Amil no solo invita a la reflexión y la oración, sino también al descubrimiento de una parte esencial del patrimonio gallego, marcado por la devoción, el arte y la tradición. Su historia es un recordatorio de cómo la fe y la determinación pueden transformar un modesto lugar de culto en un santuario venerado, un lugar donde los milagros siguen siendo parte del tejido de la vida cotidiana.
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