Los sillares son irregulares de piedra granítica sin pulir, como queriendo imitar a la antigua iglesia y a gran parte de la arquitectura rural gallega de épocas anteriores.
La planta es de cruz latina y en su fachada se encuentra una torre alta de treinta metros de altura. Esta torre fue creada en forma de faro, con el fin de que los marineros la localizaran y sirviera de guía para llegar a tierra. A los pies del Templo Votivo de Panxón, obra tan singular de lo que podríamos denominar arte gallego había un templo suevo del que ya solo se conserva un arco que el arquitecto quiso conservar intacto.
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