Localidad leonesa atravesada por el Camino de Santiago, Villafranca del Bierzo ha sido desde hace siglos tierra de nobles. Por eso, no es de extrañar que albergue numerosas casas solariegas y palacios, ya que fue uno de los destinos preferidos por los que pertenecían a esta clase social para descansar.
En definitiva, gracias a su enorme conjunto monumental, así como al carácter jacobeo de este lugar, ha conseguido convertirse en un centro turístico al que hay que viajar al menos una vez en la vida. Descubrir su casco antiguo declarado como Bien de Interés Cultural es uno de los numerosos atractivos para el turismo, pero hay muchos otros.
Castillo de Villafranca del Bierzo
Ubicado en la zona más alta de esta villa, se trata de un edificio levantado en el siglo XVI. Es de planta cuadrada y tiene cuatro imponentes torreones en sus esquinas. Sin duda, es uno de los lugares que ver en Villafranca del Bierzo. Se trata más bien de un palacio-fortaleza. Destaca el escudo que corona su puerta principal, así como el buen estado en el que se encuentra, algo que, por otro lado, no es de extrañar.
No en vano, en la actualidad es propiedad privada y pertenece a los herederos de la primera pianista que trabajó en la Orquesta Nacional, Manuela Caro y Carvajal, y de su marido, el director de orquesta y compositor Cristóbal Halffter. Este es el motivo por el que no se puede visitar, pero verlo desde fuera también resulta un auténtico placer.
Colegiata de Santa María de Cluni
El estilo gótico con elementos barrocos y renacentistas es la característica de esta edificación que hace siglos tenía como labor principal el cuidado de los peregrinos que iban hasta Santiago de Compostela. Hoy en día ya no los socorre, pero sigue siendo un icono de belleza al conjuntar tantos estilos.
En su interior alberga impresionantes retablos, como, por ejemplo, el que se encuentra en la capilla de la Santísima Trinidad o el de la Asunción. Sobresale, así mismo, su sillería en el coro y las muestras de escultura y pintura religiosa. Se trata de una auténtica “catedral” que ha sido declarada como Bien de Interés Cultural.
Iglesia de San Francisco de Villafranca del Bierzo
La iglesia de San Francisco es lo único que queda de un convento antiguo de franciscanos del siglo XIII. Levantado sobre un pequeño promontorio, hace que para acceder, haya que subir por unas escaleras bastante empinadas. La buena noticia es que una vez arriba, se puede disfrutar de una vistas maravillosas de toda la localidad y de sus alrededores. En 1993 fue declarada Bien de Interés Cultural y en su interior es posible contemplar unas piezas de enorme valor.
Iglesia de San Nicolás
Esta iglesia junto con el convento homónimo fue levantado durante el siglo XVII como colegio y casa de la Compañía religiosa de Jesús. Se sitúa en la zona más antigua, tratándose de un edificio de una única nave con unas capillas en sus laterales que se comunican entre sí. Se comenzó la construcción en el año 1646, pero no fue hasta el 1649 cuando se concluyó.
En su interior se custodia al Santísimo Cristo de la Esperanza, el patrón de Villafranca del Bierzo. Se trata de una talla realmente sorprendente, situada en la zona central del retablo de la iglesia y elaborada en madera. También alberga otras como la de San Ignacio de Loyola, San Francisco de Borja y San Francisco Javier, sin olvidar una escena del calvario de Cristo.
El Real Museo de Ciencias Naturales de Villafranca del Bierzo
En la otra parte, es decir, en el convento de San Nicolás o de los Padres Paules, como también se le conoce, es donde se encuentra en la actualidad este famoso museo dedicado por completo a la zoología. En el mismo se expone una colección muy valiosa de piezas pertenecientes al mundo natural, especialmente de pájaros procedentes de Filipinas, de minerales y de conchas marinas.
Sin embargo, también se pueden contemplar mamíferos disecados, así como reptiles, invertebrados, minerales, fósiles y piezas muy valiosas pertenecientes a la época neolítica. En la actualidad solo se ha podido conservar una tercera parte de lo que originariamente fue este museo, puesto que el resto fue distribuido entre otras edificaciones.
Iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo
Otro de los puntos que hay que visitar casi obligatoriamente en Villafranca del Bierzo es la iglesia de Santiago, de estilo románico y perteneciente al siglo XII. Destaca la Puerta del Perdón, situada en un lateral donde conseguían su jubileo aquellos peregrinos que no podían seguir hasta Santiago por enfermedad. De hecho, es la única, junto con la Catedral de Santiago de Compostela, en la que es posible hacerse con las Gracias Jubilares.
Esta puerta es un ejemplo magnífico de escultura dentro de toda la provincia de León. En su interior se puede contemplar una talla del siglo XVI de la Virgen de las Angustias, siendo uno de los pasos más representativos de esta localidad durante la Semana Santa.
Jardín de La Alameda
En la plaza Diego de Saavedra, en Villafranca del Bierzo, se encuentra este precioso jardín, un escenario construido en 1882 con un marcado trazado romántico de forma triangular. Ubicado en el centro de la ciudad,, frente a la Colegiata, dispone de parterres de flores y setos recortados a la perfección,, delimitando espacios y haciendo incluso formas. De hecho, en sus comienzos conformaban diferentes laberintos.
En el centro de esta plaza se encuentra la famosa fuente “La Chata” del siglo XVI, que en su día perteneció al claustro del Monasterio de Carracedo. Cada año se celebra en este lugar un Certamen de Poesía, concretamente en el último domingo de cada primavera y está declarado de Interés Turístico Provincial.
Si estás planteándote tus próximos viajes, seguro que ahora que ya sabes lo que puedes ver en Villafranca del Bierzo, te decides a hacer turismo en este destino leonés. Jardines, iglesias, palacios e increíbles rincones te están esperando es este destino que tanta importancia tiene a nivel histórico, cultural y turístico.
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