Ruta del Cares

Ruta del Cares. Se acercaba un fin de semana largo y el aire olía a primavera. Ya sabéis, ese olor inconfundible a hierba húmeda y flores menudas. Hacía días que sentía mi cámara de fotos observarme, inquieta, desde la estantería del estudio. Me miraba con su ojo de cíclope, apagado por la tapa negra que protege la lente.

La garganta del Cares - Mejores Rutas Picos de Europa
Mejores Rutas Picos de Europa: Posada de Valdeon - Leon
Mejores Rutas Picos de Europa
Las Mejores Rutas Picos de Europa:Posada de Valdeon - Leon

Tanto ella como yo necesitábamos desperezarnos del invierno y renovar el espíritu. ¿Qué mejor forma de hacerlo que tomándonos un respiro de la vida entre edificios y coches? El recuerdo de una recomendación hecha por una amiga me sorprendió mientras esperaba, un día más, en el atasco de la mañana: el Parque Nacional de los Picos de Europa y La garganta del Cares. Probablemente sea una de las más conocidas de la cordillera Cantábrica y aún no había tenido la oportunidad de recorrerla.

- Mejores Rutas por los Picos de Europa: Posada de Valdeon
Picos de Europa: Posada de Valdeon
Posada de Valdeon en las mejores rutas Picos de Europa

Siempre pensé que caminar es uno de los actos más aparentemente banales que el ser humano puede hacer. Tal vez por eso me fascine tan intensamente. En una sociedad que reclama que seamos constantemente productivos y estemos siempre al día, dedicar un fin de semana a hacer una ruta de senderismo es casi una forma de resistencia. Cuando uno camina, la mente se abre a nuevos pensamientos y sensaciones. Especialmente si lo hace en un entorno donde la naturaleza es la reina de todo lo que nuestra vista puede abarcar. Para mí, no hay mejor bálsamo cuando la rutina pesa. Una razón más para coger cámara, mochila y carretera en dirección a León y a las mejores rutas de los Picos de Europa, como la garganta del Cares.

Posada de Valdeon: Picos de Europa

Ruta del Cares. Una de las mejores rutas por las entrañas de los Picos de Europa

Antes de contaros los detalles de mi experiencia en la llamada «garganta divina» del río Cares, te voy a situar un poco.
La garganta del Cares transita entre el valle de Valdeón, en la provincia de León, y la localidad asturiana de Poncebos. Podemos escoger entre hacer la ruta completa, que parte del pueblo de Posada de Valdeón, o la más popular, que parte de Caín. La primera tiene un total de veintiún quilómetros, mientras que, si escogemos la segunda opción, acortaremos el recorrido a doce. Esta es ideal para quien esté buscado una ruta más accesible, que se pueda realizar sin mucho esfuerzo.

Garganta del Rio Cares - Leon

Ruta del Cares. Inicialmente La garganta del Cares fue un camino de cabras hasta que, a comienzos de siglo XX, se amplió para poder abastecer a la central hidroeléctrica de Poncebos. Una segunda intervención, entre 1945 y 1950, le dio su configuración actual. Con ayuda de dinamita, se crearon los famosos túneles entre la roca y el desfiladero. Caminando por ellos podemos imaginar fácilmente la odisea por la que pasaron los trabajadores: luchando contra el vértigo, la climatología y la muy probable falta de material de seguridad, tenían que suspenderse de cuerdas para poder realizar su labor en un paraje tan inaccesible.

Garganta del Rio Cares - Mejores Rutas Picos de Europa

Hoy podemos disfrutar de los secretos tan bien guardados por estas montañas con mucha más tranquilidad y sosiego, ya que la ruta del Cares es apta para personas con poca experiencia en senderismo. Solo necesitamos calzado cómodo, agua, algo para comer durante el camino y ganas de dejarnos llevar por el paisaje.

Mejores Rutas Picos de Europa: Garganta del Rio Cares

El valle de Valdeón para una ruta por los Picos de Europa: calma entre montañas

Comenzar el fin de semana explorando el valle de Valdeón y sus pequeñas poblaciones fue, sin duda, un acierto.
Nada más bajarme del coche en la localidad central, Posada de Valdeón, mis pulmones se llenaron de aire de montaña. Miré a mi alrededor mientras sentía un ligero mareo. Siempre me pasa lo mismo cuando viajo a lugares donde la naturaleza aún no ha sido conquistada por el cemento y las cadenas de supermercados. Mi cuerpo de Homo sapiens urbanita necesita un periodo de adaptación.

Posada de Valdeon: Ruta por los Picos de Europa

Un par de bocanadas después pude sentir la felicidad de mis pulmones y mis ojos relajándose. Nada mejor que perder la mirada en el valle y las montañas para descansar de la sobrecarga diaria de pantallas. Y ahora, ¿por dónde empezar mi visita por esta ruta de los Picos de Europa?
Decidí que lo mejor sería dejarme llevar por mis pies y las calles sinuosas del pueblo. Posada de Valdeón es pequeño, pero no por ello falto de encantos. Cuenta con un patrimonio etnográfico envidiable, en el que destacan ocho hórreos construidos en madera y piedra, la iglesia de Santa Eulalia y la «Casa de Humo». Esta última es una de las construcciones más antiguas del valle y debe su nombre a que la lumbre se prendía en el suelo de la única habitación de la casa, llenándola de humo.

Posada de Valdeon - Leon

Cuando terminé de recorrer el pueblo, el sol aun brillaba y se reflejaba en la superficie del Cares, que discurría tranquilamente. Me acerqué al cauce para dejar que mis pensamientos se perdiesen en las aguas de la montaña. Sentado en la hierba, pensé que por hoy no necesitaba nada más. Simplemente disfrutar de algo tan sencillo como cerrar los ojos y dejar que el sonido del río me hablase.

Posada de Valdeon: vistas sobre los Picos de Europa

Ruta del Cares. Túneles y puentes sobre La garganta del Cares

Después de mi primer día de aclimatación al ritmo pausado del valle, había llegado la hora de meterme en la boca del lobo.
Por la mañana me desperté temprano. Cuando la alarma de mi teléfono sonó, mis ojos se abrieron y me impulsé fuera de la cama con la agilidad de un bailarín de ballet (en fin, al menos eso es lo que me pareció a mí). Estaba realmente entusiasmado, deseando ponerme en marcha. Preparé una escueta mochila para poder caminar ligero. Antes de salir de la casa rural donde me alojaba, tomé un copioso desayuno a base de pan rústico con queso de la localidad.

Posada de Valdeón

Me puse en marcha cuando el sol empezaba a salir. Una vez pasada la presa, el río comienza a encajonarse y aparecieron los primeros túneles horadados en la roca, un adelanto de lo que me esperaba el resto de la jornada. Por fin me encontraba en la «garganta divina».

Garganta del Rio Cares en los Picos de Europa

Ruta del Cares. Cada vez que sacaba una fotografía del sendero y el río, las rocas surgían como marco inesperado. Cada túnel y recoveco encuadraba el paisaje salpicado de árboles y arbustos. A veces pienso que fotografiar se parece un poco a pintar cuadros. Como si estos estuviesen escondidos en la naturaleza y con mi cámara tuviese que encontrarlos.
Mientras pensaba y me dejaba llevar por el ritmo milenario del paisaje, el Cares, allá abajo, cantaba su repetitiva e hipnótica canción.

Garganta del Rio Cares - Leon

Así, arrullado por el río y escoltado por las montañas, llegué hasta el puente de Rebecos. Me detuve por un momento, en medio de aquella exigua estructura, para tomar una buena bocanada de aire. Otra vista de la garganta se desplegaba delante de mí. Si algo no le falta a estas montañas son ángulos, aristas y perspectivas múltiples. Un paisaje siempre sutilmente cambiante.

Garganta del Rio Cares - Leon

Comenzaba a tener algo de hambre y mis piernas pedían un poco de tregua. No muy lejos se encontraba Culiembro, una antigua caseta para los guardias de la central hidroeléctrica. Allí hice un alto para descansar. Me quedaba, más o menos, la mitad del recorrido.

Garganta del Rio Cares - Leon

El Cares asturiano

El resto del camino no decepcionó. Pasada la Portiella, entré en el Principado de Asturias y el desfiladero comenzó a ensancharse. Antes de llegar a Poncebos tuve que hacer un pequeño esfuerzo para encarar el único tramo ascendente, la zona los collaos. Una vez se llaga al punto más alto de la ruta, el resto es un descenso más que agradecido hasta llegar a la localidad asturiana que pone fin al trayecto.

Garganta del Rio Cares - Leon

Ruta del Cares. Aun no os he hablado de mis inesperadas compañeras de viaje, ¡las cabras! Las vi varias veces a lo largo del día, desafiando las paredes escarpadas del desfiladero. Ensimismadas en su búsqueda de hierba apetitosa, saltaban por las rocas como si las leyes de la gravedad no fuesen asunto suyo. Sin duda, ellas son las verdaderas guardianas de la ruta, así que dejé que continuasen su labor mientras las envidiaba secretamente.

Garganta del Rio Cares - Leon

Llegué a Poncebos cansado después de casi cuatro horas disfrutando de la calma y recogimiento al que invita la caminata. Estaba satisfecho y sentía el suave dolor de mis piernas como una recompensa. Mi mente flotaba pacíficamente mientras pensaba en el efecto balsámico que había ejercido el Cares en mí. No cabía duda de que caminar en las entrañas del Parque Nacional de los Picos de Europa había sido una experiencia divina.

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Garganta del Rio Cares - Leon