Qué ver Logroño. Logroño es una ciudad espectacular. La capital de La Rioja se ha convertido en uno de los baluartes del turismo de interior español. Bañada por el Ebro y con una gran hospitalidad entre sus gentes, es un destino admirable que combina naturaleza, patrimonio, diversión, cultura, comercio y una excelente gastronomía, en la que el disfrute del vino adquiere una presencia indiscutible que te permite regalarte excepcionales sensaciones.
A la hora de visitar Logroño, puedes elegir entre un buen número de planes, a cual más atractivo. En cualquier caso, ten presente que los veranos son calurosos y los inviernos fríos, por lo que debes adecuar tu vestuario a la época del año elegida.
El carácter de los logroñeses, abiertos y sociables, es otro de los atributos más atractivos de este lugar dotado con calles gastronómicas inolvidables, paseos urbanos fascinantes, joyas de la arquitectura civil y religiosa, parques para la desconexión y multitud de posibilidades vinculadas al enoturismo.
Con una estratégica localización, a 334 kilómetros de Madrid, a menos de 470 de Barcelona y a entre 100 y 200 kilómetros de Pamplona, Bilbao y Barcelona, se trata de una cita ineludible en tu agenda viajera. ¿Quieres descubrir cuáles son sus principales atractivos?
Qué debes visitar en Logroño sí o sí
Te proponemos un decálogo con los principales atractivos turísticos de la capital riojana. ¡No deberías perderte ninguno de ellos!
Qué ver Logroño. Concatedral de Santa María de la Redonda
El punto de partida de tu ruta turística por Logroño puede ser esta concatedral del siglo XVI y reformada en los dos siglos siguientes, por lo que combina distintos estilos arquitectónicos. Se localiza en el corazón del casco viejo logroñés y se estructura en tres naves de altura idéntica que están separadas por columnas.
En tu visita, no olvides detenerte ante la capilla Nuestra Señora de la Paz, donde admirarás una virgen y un relieve del Maestre Ansé. La existencia de tablas policromadas, relicarios, retablos y coros, así como la portada principal, las torres gemelas y los campanarios barrocos te encantarán. En la capilla del norte, además, se localiza la tumba del General Espartero y de su esposa.
Paseo del Espolón
Qué ver Logroño. Cuando acudas a esta plaza, disfrutarás del auténtico pulmón de la ciudad, cuya génesis se remonta a 1757. En un principio, se encontraba fuera de las murallas de la ciudad, entre huertas y terreno agreste. Tras diferentes variantes a lo largo de la historia, fue en el siglo XX cuando experimentó las principales remodelaciones, en las que sobre todo adquirió más luz y zonas verdes.
Alberga desde 1954 el auditorio La Concha, una creación arquitectónica de Luis Barrón que incluye esculturas de Lucarini, así como la Oficina de Turismo. El otro enclave que no debes dejar de visitar es el Monumento a Espartero, el más típico de la plaza: te impresionará esta escultura ecuestre, con cuatro caballos, que fue ejecutada por Pablo Gibert.
Puente de Piedra
El Ebro, el río más caudaloso de España, baña la capital de La Rioja y la divide en dos partes diferenciadas. En la izquierda, precisamente, se encontraba la capilla de San Juan de Ortega, cuyo nombre recibió este puente. Sin embargo, todos lo conocen por el material del que está hecho.
Es un lugar estupendo para tomarse fotos, cuenta con casi 200 metros de longitud y 7 arcos sobre los que descansa, los cuales presentan una geometría cilíndrica y robusta. Es un proyecto inaugurado en 1884, cuyo autor intelectual fue Fermín Manso de Zúñiga.
Muralla del Revellín
Qué ver Logroño. ¿Sabías que Logroño se encuentra amurallada y conserva restos de sus fortificaciones? Si te gustan la historia, los castillos y el patrimonio con solera, debes visitar las Murallas de Logroño y el Cubo del Revellín, un torreón situado en la esquina noroccidental, cuya puerta da al oeste. En la parte inferior se localizaba el arsenal y, en el cilindro superior, los cañones disparaban a través de las troneras. Según parece, se levantó entre 1498 y 1540.
La denominada Puerta del Camino o de Revellín es de una época posterior. En ella disfrutarás de dos escudos de la ciudad y del águila bicéfala del emperados Carlos I y V de Alemania. Merece la pena dar un paseo por toda la estructura y, con un poco de imaginación, te trasladarás a aquella época histórica.
5. Calle Portales
Esta calle peatonal es perfecta para pasear sin prisas y disfrutar de la más pura esencia logroñesa. Localizada en el casco antiguo, era una de las arterias más importantes de la ciudad hasta que se expandió a mitad del siglo XX. En ella vas a encontrar atractivos patrimoniales como la Casa de los Chapiteles, el Convento de la Merced y la Concatedral de Santa María de la Redonda, que te hemos recomendado visitar en primer lugar.
Sin embargo, lo más atractivo de esta calle es su dimensión social, pues se encuentra salpicada de bares, terrazas y espacios de ocio y es zona habitual de paseos, sobre todo durante el invierno. Asimismo, en las Fiestas de San Bernabé, fechadas en torno al 11 de junio, se convierten en el epicentro de las celebraciones.
Qué ver Logroño. Casco Antiguo
En realidad, ya hemos estado comentando un buen número de destinos atractivos en Logroño que se encuentran en su casco histórico. A los ya mencionados podemos añadir el edificio del Ayuntamiento, la estatua de Sagasta, las iglesias de Palacio, Santiago y Fuente del Peregrino, y San Bartolomé, el Puente de Hierro, el Embarcadero y el Museo de la Ciencia.
Lo ideal es recorrer este lugar de forma pausada, dejándote llevar por el ambiente sereno y envolvente, fusionándote con el entorno y disfrutando de una experiencia vital llena de paz, tranquilidad y relax. Las emociones que percibirás te embargarán de un modo sosegado. ¡Disfrutarás muchísimo!
Parque del Ebro
Qué ver Logroño. Desde 1993, Logroño cuenta en su margen derecha con un parque de 153 000 metros cuadrados en el que da gusto desconectar y pasar un rato de relajación en compañía de la gente que nos importa.
La zona más activa es la denominada no inundable, que se encuentra entre el Puente de Piedra y General Urrutia. Aquí vas a encontrar vastas zonas de césped, caminos para explorar, zona infantil de juegos, un estanque, un bar y una chimenea en la que suele haber cigüeñas.
Asimismo, existen dos zonas más. La inundable es la más cercana al río y suele estar ocupada por él. En el entorno de la iglesia de Santiago, la tercera parte, encontrarás un juego de la oca vinculado al Camino de Santiago y un atractivo mirador.
Qué ver Logroño. Iglesia de Santiago el Real
Este es el otro gran monumento religioso que te ofrece esta ciudad. Se sitúa dentro del Camino de Santiago, en la calle Barriocepo, en el lugar en el que se incendió su predecesora en 1500. Es una construcción de una única nave que se encuentra cubierta por bóvedas en forma de estrella, de crucería y terceletes.
Entre sus ornamentos y elementos más característicos figuran la portada, el grupo escultórico de Santiago «Matamoros», el retablo mayor —que se centra en la vida del apóstol Santiago—, las capillas de Santa Elena y San Pablo, y el coro, cuyo órgano rococó resulta impresionante.
Calle Laurel
Qué ver Logroño. Es la calle más famosa de la ciudad y, desde luego, no resulta extraño una vez que entras en ella y la saboreas. Es un espacio gastronómico al aire libre que, además de la calle que le da nombre, comprende las calles Albornoz, San Agustín y Travesía. Los pinchos llaman la atención desde el primer momento y en todos los sentidos: la vista, el olfato, la textura, el sonido de los comensales y, por supuesto, el sabor extraordinario.
La variedad es otro de los atributos destacables, pues en este pequeño espacio encontrarás un magnífico tapeo, pero también cocina tradicional, de autor, vanguardista, bodegas y asadores. Eso sí, mejor que vayas con hambre, porque acabarás picando igual aunque acabes de comer o de cenar. ¡Es irresistible!
Qué ver Logroño. Visitar una bodega
El vino con D. O. La Rioja es fabuloso. Su fama mundial y nacional ha sido acrisolada durante décadas de trabajo bien hecho y grandes logros vinícolas. Además de degustar estos vinos en los locales de la capital, te recomendamos practicar el enoturismo y visitar algunas de las bodegas que se localizan en Logroño o en sus inmediaciones.
Nombres propios como Bodegas Campo Viejo, Bodegas Franco-Españolas, Bodegas Marqués de Murrieta, Bodegas Olarra o Arizcuren Bodegas y Viñedos, entre otros, ofrecen una inmersión memorable en la cultura del vino. Además de conocer y recorrer las distintas etapas de su elaboración, estas visitas suelen concluir con una degustación que no deja indiferente, a menudo acompañada de un pequeño picoteo. ¡Seguro que te llevas a casa más de una botella!
En definitiva, si quieres viajar a lugares espectaculares en una ciudad tan pequeña como encantadora, ahora que sabes lo que ver en Logroño seguro que la consideras uno de tus destinos preferentes a corto plazo.
Practica el turismo que te gusta y anímate a visitar la capital de La Rioja.
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