La Basílica de San Pedro, en la ciudad del Vaticano, es uno de los principales atractivos turísticos del mundo. Se sea o no católico, este espacio, junto con los museos vaticanos, es único en el mundo por la historia que la respalda y los tesoros que guarda en su interior.
Esto hace que sea también uno de los puntos más visitados del planeta y, por tanto, un lugar al que conviene ir preparados para que la visita no se convierta en una mala experiencia: colas interminables, falta de tiempo, ausencia de explicaciones…
Está claro que a la hora de comprar entradas para la Basílica de San Pedro hay que tener todo esto en cuenta y conocer los principales consejos de los viajeros que ya la hemos visitado para evitar todos los errores que hemos cometido antes y que la excursión a San Pedro sea todo un éxito.
En este post te contamos todo lo que necesitas saber para visitar la Basílica de San Pedro en Roma. Si sigues todos nuestros consejos, disfrutarás de un día único en un lugar tan especial para la sociedad occidental desde hace casi 2000 años.
Visita guiada: ¿sí o no?
Definitivamente, decimos sí a una visita guiada a la Basílica de San Pedro. La cantidad de detalles históricos, artísticos y religiosos del espacio hace que el turista que de verdad aprovecha la excursión es el que se deja acompañar por un guía que sabe perfectamente dónde fijar la atención y por qué.
La mayoría de las personas que verás en la Basílica de San Pedro formarán parte de grupos guiados grandes o pequeños.
Llevar guía también hace posible saltarse las largas colas y acceder directamente al templo sin casi tener que soportar esperas. Este es un punto muy a favor del tour guiado si se dispone de poco tiempo y deseas aprovechar al máximo las posibilidades turísticas de Roma.
Basílica de San Pedro sin guía
Por supuesto, también existe la opción de visitar San Pedro del Vaticano sin guía. El acceso a la iglesia es gratuito y desde luego que merece la pena, pero hay que tener una cosa en cuenta si se hace la visita sin guía: las colas que se forman ante la puerta del templo son interminables.
¿Se pueden evitar las colas de alguna manera?
Sí, hay un consejo que se puede seguir para reducir los tiempos de espera y que el acceso a San Pedro no se convierta en un proceso infinito: madrugar. Las puertas de la basílica se abren a las siete de la mañana, por lo que estar en la puerta un rato antes hará que la espera para acceder no sea tan larga como si se llega a la zona a las 12 de la mañana, cuando ya están todos los grupos entrando y la mayoría de turistas se agolpa a las puertas del templo.
Te recomendamos que te reserves entre 2 y 4 horas para esta visita, puesto que son tantas las cosas por ver en el interior que necesitarás toda una mañana o una tarde para gozar de todo lo que ofrece la Basílica de San Pedro.
Estos son los principales consejos para la visita. Si ya tienes entradas para la Basílica de San Pedro, simplemente déjate llevar y disfruta de un espacio tan especial, bello e inspirador como misterioso y rodeado de historia.