Allariz, una joya escondida en la provincia de Ourense, Galicia, es un destino que despierta los sentidos y toca el corazón. Sus calles adoquinadas, edificios históricos y tradiciones centenarias crean un ambiente único, lleno de encanto y autenticidad. Desde la animada Plaza Mayor hasta el sereno Convento de Santa Clara, cada rincón de Allariz tiene una historia que contar y una belleza que descubrir. A medida que recorremos sus calles y monumentos, nos sumergimos en su rica historia y su vibrante presente, experimentando la vida local en toda su plenitud.
Allariz no es sólo un lugar para visitar, es un lugar para vivir: para pasear por sus mercados locales, para explorar sus edificios históricos, para admirar sus paisajes y, sobre todo, para conocer a sus habitantes, cuya hospitalidad y calidez son tan impresionantes como la villa misma. Si buscas un lugar donde la historia, la belleza y la cultura se unen de forma armoniosa, Allariz es el destino que debes elegir.
La Plaza Mayor de Allariz: Un espacio de encuentro
La Plaza Mayor de Allariz es mucho más que un mero espacio abierto; es el núcleo vital de la villa y su principal escenario social. Rodeada de coloridas casas de época, su arquitectura rebosa la elegancia de los tiempos pasados. En cada rincón de esta plaza se manifiestan los vívidos murmullos de la vida cotidiana: residentes paseando, turistas maravillados capturando fotografías, niños jugando despreocupados. Pequeñas tiendas locales y terrazas de cafeterías bordean la plaza, ofreciendo un lugar perfecto para observar el bullicio mientras disfrutas de un café recién hecho.
Iglesia de Santiago: Testigo de la fe y la historia
Situada en el corazón de Allariz, se encuentra la Iglesia de Santiago, una joya arquitectónica que data del siglo XII. Esta iglesia prerrománica de planta sencilla cuenta con una única nave, cuyo techo es una estructura plana de madera que contrasta con la robustez del granito gris que forma sus paredes.
El presbiterio, de tramo recto, alberga una impresionante bóveda de cañón, mostrando la maestría de los constructores de la época. Más allá, nos encontramos con un ábside semicircular, un añadido del siglo XIII, que se levanta como testigo mudo del paso del tiempo y de la evolución de los estilos arquitectónicos. Este ábside cuenta con una característica bóveda de cuarto de esfera, y su exterior está dividido en tres secciones por columnas adosadas.
Los ventanales de medio punto del ábside, apoyados en columnas con capiteles, permiten la entrada de luz natural, que ilumina delicadamente los detalles arquitectónicos del interior. Los canecillos decorados que se observan en la cornisa exterior añaden un toque de belleza y delicadeza al robusto edificio de piedra.
La Iglesia de Santiago cuenta con dos portadas que despiertan el interés. La principal se caracteriza por una puerta formada por tres arquivoltas de medio punto, sostenidas por dos pares de columnas. Destaca su particular decoración de dientes de sierra y rodillos, que aporta un aire de distinción. Por otro lado, la portada meridional, aunque de estética más sencilla, sorprende por la belleza de sus detalles.
En definitiva, la Iglesia de Santiago de Allariz es un monumento que no solo refleja la fe y la historia de una población, sino que también permite apreciar la evolución del arte y la arquitectura a través de los siglos.
Iglesia de San Pedro: Memoria viva de Allariz
En Allariz, un lugar de historia y belleza, nos encontramos con la Iglesia de San Pedro. Este templo, originalmente de estilo románico del siglo XII, ha visto pasar los siglos, adaptándose y cambiando, como un espejo de la misma villa.
Aunque su origen románico es indiscutible, la Iglesia de San Pedro ha vivido varias transformaciones. En el siglo XVIII, se elevó la torre, dándole el aspecto que conocemos hoy, y se realizaron importantes reformas que incorporaron elementos barrocos al diseño original.
Este edificio ha sido testigo y protagonista de numerosos acontecimientos. Uno de los más significativos ocurrió en 1902, cuando un rayo impactó la iglesia de San Salvador de Piñeiro durante un funeral. Como resultado, la comunidad decidió desmontar lo que quedaba de la iglesia y trasladar algunos de sus elementos a la Iglesia de San Pedro. Entre ellos, destaca la portada románica tardía de la fachada sur.
La Iglesia de San Pedro conserva aún su ábside cuadrangular del siglo XII y los canecillos que sostienen el alero, siendo un testimonio de su origen románico. Aunque la nave única fue reconstruida en el siglo XVIII, todavía se pueden observar en su interior vestigios del pasado, como sepulturas de nobles y una colección de emblemas heráldicos.
La Iglesia de San Pedro de Allariz, más que un monumento, es un trozo de historia viva. Un lugar que ha sabido adaptarse al paso del tiempo, sin renunciar a su esencia y a su valor histórico.
Conjunto escultórico dedicado a la Festa do Boi
Desde hace más de siete siglos, Allariz se viste de fiesta para celebrar la Festa do Boi. Esta fiesta, que data de 1317, tiene sus raíces en una antigua disputa entre los vecinos cristianos y judíos del pueblo. Para conmemorar esta tradición, en la Plaza do Eiró se erige un conjunto escultórico dedicado a la Festa do Boi.
El conjunto escultórico, compuesto por cuatro piezas de bronce, rinde homenaje a la fiesta más importante y popular de Allariz. Tres de las esculturas representan hombres, mientras que la cuarta personifica al buey, protagonista indiscutible de la festividad.
Pese a periodos de sombra durante la dictadura, la Festa do Boi fue recuperada en 1983 por los jóvenes de Allariz, quienes reavivaron esta antigua celebración, llevándola a su máximo esplendor. Hoy en día, la fiesta se prolonga durante diez días, y coincide con la celebración del Corpus Christi, atrayendo a numerosos turistas que quieren sumergirse en esta tradición viva de Allariz.
Santuario de San Benito: Refugio de paz en Allariz
Desde su privilegiada posición, el Santuario de San Benito de Allariz ofrece una vista panorámica de la villa y del serpenteante río Arnoia. Su sencillez exterior contrasta con un interior rico en arte sacro. La paz que se respira en su interior invita al visitante a detenerse, a reflexionar y a contemplar la belleza del entorno.
Convento de Santa Clara: Oasis de serenidad
El Convento de Santa Clara, con su imponente fachada y su sereno claustro, es un reducto de paz en el corazón de Allariz. La quietud del lugar, rota únicamente por el suave arrullo de las palomas que habitan en los viejos muros de piedra, contrasta con el bullicio del exterior, invitando al visitante a la introspección y la tranquilidad.
Ponte do Foxo: Un puente con historia en Allariz
La Ponte do Foxo, un pequeño puente abovedado, es una muestra de la historia de Allariz. Formaba parte de la infraestructura de una antigua calzada empedrada que comunicaba Allariz con el vecino pueblo de Xunqueira de Ambía. Esta construcción permitía salvar el desnivel del terreno y las aguas que se acumulaban en este tramo, facilitando el acceso al recinto amurallado de la villa a través de una puerta abierta en la muralla del siglo XV.
La estructura, de factura modesta en su exterior debido a que estaba cubierta por las losas de la calzada, cuenta con un interior elaborado con sillares labrados y mortero de cal. A lo largo del tiempo, la Ponte do Foxo ha tenido diversos usos: desde ser parte de la calzada, pasando por canalización de aguas en el siglo XVIII, hasta infraestructura de alcantarillado en el siglo XX. Aunque ha sufrido alteraciones, la Ponte do Foxo sigue siendo un testigo silencioso de la historia de Allariz.
Iglesia de Santo Estevo: Resiliencia arquitectónica en Allariz
La Iglesia de Santo Estevo de Allariz es una joya del románico del siglo XII que ha resistido el paso del tiempo y los cambios históricos. Situada en el corazón del encantador casco antiguo de Allariz, esta iglesia ha experimentado una gran transformación en el siglo XVI, cuando se le añadió la torre en 1581. Lo más interesante es que esta reconstrucción se realizó con piezas de las antiguas murallas y del ya desaparecido castillo del Penedo da Vela.
Entre los detalles que merecen especial atención en la iglesia, destacan los tres sepulcros encajados bajo arcos de descarga en el muro sur y los canecillos románicos del alero. La cruz de la Orden de Santiago, presente en la cubierta de los sepulcros, da testimonio de la importancia histórica de este lugar.
En su interior, la iglesia alberga magníficos retablos barrocos de finales del siglo XVII, pertenecientes a la escuela de Castro Canseco. Además, la obra del siglo XVI en Santo Estevo tiene una particularidad: está hecha con los sillares del «Campo dos Brancos», lo que evidencia una estrecha relación entre la reconstrucción de las iglesias románicas y la destrucción de la muralla de la villa. En resumen, la Iglesia de Santo Estevo de Allariz es un fascinante testimonio de resiliencia y adaptación arquitectónica.
La histórica iglesia de Santa María de Vilanova en Allariz
La Iglesia de Santa María de Vilanova en Allariz es una obra histórica de gran significado cultural, situada cerca del río Arnoia y a pocos metros del puente de Vilanova. Originalmente de estilo románico, su fachada fue reformada en el siglo XVIII, incorporando elementos barrocos característicos de las zonas rurales gallegas. La espadaña es aún más reciente, datando de 1853.
A pesar de estas reformas, la iglesia mantiene evidencias de su origen románico de finales del siglo XII, como su planta y capilla única, una portada en la fachada sur, y detalles como los canecillos del alero del ábside rectangular y un precioso rosetón del siglo XII. Se cree que esta iglesia está vinculada a la Orden de Malta, que tuvo su propio recinto amurallado en la época de las cruzadas.
En el exterior, un antiguo cruceiro se erige como testigo de las epidemias de peste que asolaron la villa en 1579. El interior alberga un retablo barroco con una imagen de Nuestra Señora de Vilanova, copatrona de Allariz junto con San Bieito.
En el transcurso del tiempo, la iglesia sufrió diversas reformas que alteraron su estructura románica original. A principios del siglo XVII, se añadió la capilla de San Antonio, que fue demolida en 1807. En el siglo XIX, se reconstruyó el muro norte, se conservó una ventana románica y se construyó la espadaña de dos cuerpos.
Hoy, la Iglesia de Santa María de Vilanova es un hito de la diócesis de Ourense desde 1874, después de pertenecer a la encomienda de Quiroga hasta la desaparición de las jurisdicciones eclesiásticas exentas en 1873. Este lugar es un recordatorio del pasado románico, con matices de la evolución arquitectónica a lo largo de los siglos.
El puente románico de Allariz: Conexión con el pasado
El Ponte de Vilanova, también conocido como el puente de Nosa Señora de Vilanova, es un hito histórico situado en la calle de Vilanova, en Allariz. Esta vía antigua ha sido durante mucho tiempo un camino medieval que conducía a Roiriz.
Aunque algunas fuentes atribuyen su origen a los últimos periodos del Imperio Romano, la apariencia actual del puente sugiere una construcción románica. Allariz se encontraba en una ruta secundaria durante el periodo romano, conectando diferentes puntos de la región y, por lo tanto, seguramente contaba con un puente romano, ya fuera de madera o de mampostería.
A lo largo de su historia, el puente no solo ha servido a romanos, sino también a visigodos, musulmanes y peregrinos del Camino de Santiago portugués. Durante la época medieval, el puente estaba bajo la custodia de la Orden de San Juan de Jerusalén.
El lugar también fue un espacio de reunión para aquellos que cruzaban el puente, lo que resultó en la fundación de un ermitorio, hoy la Iglesia y cementerio de Santa María de Vilanova, que data del siglo XII. La importancia histórica del puente es evidente en el antiguo escudo de la villa, que incluye una representación del puente y sus defensas.
El Ponte de Vilanova no solo es una maravilla arquitectónica, sino un vínculo vivo con el pasado de Allariz, demostrando el papel estratégico de la villa durante el reinado de Alfonso VII, quien le otorgó fueros y la declaró Real, haciendo de ella un punto de defensa contra posibles invasiones por el sur de Galicia.
Playa fluvial O Arnado: Un paraíso natural en Allariz
La playa fluvial O Arnado es un pedacito de paraíso en Allariz. El suave murmullo del agua que fluye, el canto de los pájaros y el aroma de los árboles crean un ambiente de serenidad que invita a relajarse y disfrutar de la belleza natural.
Parque Portovello
El Parque Portovello es un verdadero oasis de paz y naturaleza. Este parque, que está situado a orillas del río Arnoia, cuenta con amplias zonas verdes, senderos pintorescos y espacios para el ocio. Un lugar perfecto para caminatas tranquilas, picnics y para disfrutar del aire libre.
Museo del Cuero: Ventana al pasado artesanal de Allariz
El Museo del Cuero es una ventana al pasado de Allariz. Las exposiciones, que muestran las antiguas técnicas de trabajar el cuero, son un recordatorio de las tradiciones que han formado parte integral de la vida y la economía de la villa durante siglos.
Visitar Allariz es una experiencia enriquecedora, llena de descubrimientos y encantos. A través de su historia, arquitectura, naturaleza y tradiciones, esta villa gallega te invita a descubrir y a apreciar la auténtica esencia de la vida en esta región. Pero, más allá de sus monumentos y paisajes, es la calidez de su gente y la vitalidad de su vida cotidiana lo que realmente te conquistará.
Allariz es un lugar donde puedes sentir la verdadera alma de Galicia, una experiencia que permanecerá contigo mucho tiempo después de que tu viaje haya concluido. Porque Allariz, más que un destino, es un sentimiento que se queda en el corazón.
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