La magia de Agustín Ibarrola vive en galicia, en el Bosque de O Rexo
Cerca de la localidad ourensana de Allariz, en pleno corazón de Galicia, podrás encontrar un espacio único en el que naturaleza y arte se funden hasta conseguir crear una realidad nueva, diferente y estimulante: es la obra de uno de los más apreciados artistas de nuestro tiempo. Ese espacio no es otro que el Bosque de O Rexo, creado por Agustín Ibarrola.
El Bosque es una propuesta artística de Ibarrola, que ya había realizado intervenciones similares en espacios boscosos de Guernica o Salamanca y que también había jugado con la ambivalencia entre naturaleza y arte en el espigón de Llanes.
La idea era realizar una exposición al aire libre de obras de arte cuyo soporte fueran rocas de granito y pizarra, muy abundantes en la zona. Sobre ellas se han realizado pinturas de motivos geométricos y naturales. De esa forma, se busca armonizar la presencia del arte en la naturaleza y viceversa, utilizando materiales presentes en el espacio donde se asienta el Bosque de O Rexo y reproduciendo sobre ellos ideas básicas, casi icónicas, sobre aspectos que la propia naturaleza puede ir creando.
Tamaños, pesos y formas son muy diferentes en estas rocas, lo que contribuye a crear una sensación de realidad y dualidad con el medio circundante. Además, Ibarrola intervino igualmente en los troncos y las mayores ramas de algunos de los árboles del bosque, con lo que la sensación de magia se incrementa. Piedra, madera, agua y tierra se funden para crear un paisaje único que sobrecoge por su grandiosidad.
Nada menos que seiscientas toneladas de piedras, todas ellas provenientes de canteras de Galicia, han sido traspasadas a este Bosque de O Rexo para convertirlo en un referente absoluto en las rutas tanto de los amantes de la naturaleza como del arte. La pintura usada es biodegradable y las figuras se irán deteriorando de forma natural con el paso del tiempo.
Esta intervención fue inaugurada en la noche de San Juan de 1999, buscando un simbolismo que siempre ha estado presente en la obra del autor y que quiere entroncar con las tradiciones más arraigadas del ser humano. El propio Ibarrola definió este Bosque como la obra más importante de su vida. Si quieres visitar el Bosque de O Rexo y disfrutar haciendo turismo y paladeando un poco de arte natural lo tienes realmente fácil. La entrada es totalmente libre y se pueden concertar visitas guiadas para conocer hasta el último detalle de esta intervención.
En resumen, visitar el Bosque de O Rexo es una sensación muy complicada de describir y que deberás experimentar por ti mismo. La aparición de elementos artísticos (y, por lo tanto, artificiales) en medio de un espacio natural de gran valor propio hace potenciar la idea de Ibarrola.
Además, la particular meteorología gallega ayuda a que este bosque sea aún más encantador (y parezca, en ocasiones, aún más encantado) con nieblas y la lluvia jugando a acariciar las obras de arte y haciendo que de estas surja de improvisto, por entre retazos de nubes, una sensación de misterio que parece llevar al viajero a otro lugar, a un estado mental diferente.
Pero, como te decíamos, lo ideal y lo absolutamente necesario es que lo experimentes por ti mismo. Así que no te lo pienses y acude a ver esta maravilla de arte natural o naturaleza artística que Ibarrola ha creado.
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