Museo de Bellas Artes de Bilbao. ¿No has hecho aún turismo por Bilbao? En ese caso, déjanos ayudarte un poco a organizar tu viaje. Bilbao es una ciudad de grandes contrastes entre lo contemporáneo y lo histórico. Para empezar, merece la pena realizar una ruta para visitar las muestras de arquitectura de vanguardia que posee la localidad. Esta se pone de manifiesto con construcciones tan emblemáticas e innovadoras como el Museo Guggenheim de Frank Gehry, la fachada poliédrica del edificio Osakidetza, la Torre Iberdrola, el polémico puente Zubizuri de Santiago Calatrava o los fosteritos, que son las entradas de metro que diseñó Norman Foster.
Pero Bilbao no es solo vanguardia. Estamos ante una de las ciudades que mejor ha cuidado o recuperado su legado cultural y patrimonial. Basta con pasear por su Casco Viejo, reconocido como Monumento Histórico Artístico, para que te encuentres con lugares tan históricos como la Catedral de Santiago, el convento de la Encarnación o el Museo Vasco.
El Ensanche también acoge edificaciones y museos interesantes, como el teatro Arriaga, la Alhóndiga o el Museo de Bellas Artes. Este, tal vez, sea el museo que mejor te ayude a entender el espíritu de la ciudad. Es un espacio que nació a principios del siglo XX con la voluntad de ser un referente del arte contemporáneo en cada época. Sin embargo, también posee en sus fondos obras de los grandes pintores clásicos.
El Museo de Bellas Artes: el edificio nuevo y el edificio antiguo
El edificio antiguo se construyó en los años 40 del siglo pasado bajo un estricto estilo neoclásico, diseñado por Fernando Urrutia y Gonzalo Cárdenas. Adosado a él, se levantó el edificio moderno en los años 70. Es una obra innovadora que nos recordó a Mies van der Rohe. Los arquitectos responsables consiguieron empastar muy bien ambos edificios.
Pasear por el hall del edificio viejo es una auténtica delicia. El suelo es de mármol y juega con dos colores durante todo el recorrido. Sin embargo, lo que más nos gustó fue la escalera con una balaustrada de mármol rojo de Alicante muy bonita.
El abecedario del Museo de Bellas Artes de Bilbao
Una de las cosas que más nos sorprendió, y lo encontramos muy original, fue la forma de organizar la exposición permanente. Si lo habitual es que distribuyan las obras por épocas, estilos o escuelas, aquí es diferente. Cada una de las 31 salas se nombra con una letra del abecedario, y a esa letra se le asocia una palabra. De este modo, la letra A tiene asociada la palabra arte, la letra B es Bilbao, la C se asocia a ciudadano y así sucesivamente.
Si lo que pretendían con esta forma de distribuir las obras de arte era que lo mirásemos de otra manera, sin duda, lo han conseguido. Merece la pena reflexionar, en cada una de las salas, del sentido de cada obra. Aunque, en un principio pueda parecer ecléctico mezclar tantos estilos y épocas, al final, todo tiene sentido. Nuestra visión no discrimina. Si al pasear por una ciudad vemos edificios antiguos junto con otros nuevos, ¿por qué no hacerlo en una sala de museo? ¿No te parece?
El fondo del Museo de Bellas Artes de Bilbao
El museo acoge pinturas, esculturas, obras sobre papel y piezas de artes aplicadas. Conserva obras muy representativas de la mayoría de las escuelas europeas desde el siglo XIII hasta la actualidad. Además, posee piezas de arte oriental y una extraordinaria colección de cerámica de Manises de los siglos XIV al XVI. Destaca por su gran valor arqueológico una colección de bronces de procedencia etrusca, romana, ibérica e itálica. Los más antiguos están fechados en el siglo IV a. C.
La escuela clásica española en el Museo de Bellas Artes de Bilbao
Sin duda, la escuela española, tanto la clásica como la moderna, es la columna vertebral del museo. El juego del alfabeto, sí, lo consideramos como si de un juego se tratara, nos encantó. En cada sala fuimos buscando una obra o un autor al que conociéramos bien y lo tomamos como referencia para entender el sentido del conjunto con la palabra propuesta. No te va a resultar difícil hacerlo, pues hay obras de artistas tan conocidos como Goya, Ribera, Zurbarán, Murillo o El Greco. Si te somos sinceros, es fascinante ver el arte así y todo un reto.
La escuela moderna española.
Paseando por las distintas salas, descubrimos obras de Sorolla, Noailles, Zuloaga, Barceló o Tapies. Integradas en ellas, también se exponían distintos grabados de autores como Picasso o Antonio Saura. Incluso existía coherencia en las esculturas que se mostraban en cada sala. Nos pareció un auténtico placer para los sentidos y una invitación a la reflexión individual.
Las escuelas europeas en el Museo de Bellas Artes de Bilbao
Vas a distinguir perfectamente en este orden inusual obras de Jordaens, van Dyck, Mengs, van Loo o Gustave Doré. La riqueza del fondo de este museo nos sorprendió mucho. Por lo que nos contaron, es mérito del esfuerzo institucional, pero también, de muchos legados y donaciones de particulares. La verdad es que nos pareció un ejemplo del esfuerzo colectivo.
Arte Contemporáneo
También nos sorprendió gratamente la cantidad y calidad de las obras de arte contemporáneo del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Vimos obras de cubistas tan importantes como Juan Gris, Hayden o María Blanchart; de futuristas como Lagar o Guezala, y de expresionistas como Kokotschka. El Surrealismo estaba bien representado con Oscar Domínguez, entre otros.
Viajar a Bilbao es un gran placer y nos encanta el ambiente de la ciudad y su estética. Nos han acogido siempre muy bien y nos hemos sentido en nuestra casa. Visitar el Museo de Bellas Artes ha sido un revulsivo contra las viejas ideas, una nueva mirada al mundo. Si te gusta que te inviten a abrir tu mente mientras haces turismo, te va a encantar. Su colección es una auténtica alegoría del meritorio espíritu de la sociedad bilbaína, de su memoria y de la apuesta hacia el futuro, donde la cultura es su eje principal.
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