Fué romano en sus orígenes, siendo Isabel II quién lo reconstruyó en el siglo XIX en estilo neoclásico. Sin duda es emblema del Concello do Rosal ya que figura en el escudo municipal y durante muchos años ayudó a la comunicación y al transporte de toda la comarca del Rosal y de los concellos limítrofes. Tiene 51 metros de longitud y está construido a base de perpiaño granítico, con tres arcos rebajados. Posee tajamares, con planta circular contra corriente, tanto aguas arriba como aguas abajo. En el centro del puente, sobre el pretil de aguas abajo, podemos ver una placa de piedra rematada en cruz en la que aparece una inscripción -hoy ilegible en su mayor parte- que decía “Reinando Doña Ysabel II se construyó en 1845 en beneficio de los pueblos”. Esta placa marca la inauguración y su reconstrucción en la fecha 14 de diciembre de 1845 aunque la primera referencia escrita sobre este puente sobre el río Tamuxe es de julio de 1626. El puente también fué protagonista en la sublevación militar contra la IIª República cuando los republicanos, en la noche del 26 al 27 de julio de 1936, pensaron volarlo con dinamita para de ese modo atrasar la llegada de las tropas unha vez conocido de que las defensas republicanas de Tui fueran derrotadas por el ejercito nacional.