Qué ver en Almeria. Tenía ganas de hacer turismo por Almería. La octava provincia andaluza no suele incluirse en los lugares para visitar en la comunidad, pero sabía que viajar para descubrir sus secretos iba a ser una experiencia positiva.
Lo hice sin prejuicios y me di cuenta de que hay muchos lugares que ver. Aunque he seleccionado diez, bien podría haber añadido muchos más. En la selección he realizado una división en dos grandes grupos: lo que debe verse en la capital y los puntos clave del resto de la provincia.
He de reconocer que la sorpresa ha sido bastante grata. Cualquier punto está cargado de historia, de cultura y también de un toque totalmente personal. Podría decirse que casi se trata de una provincia autónoma que ha tenido que combatir la lejanía con enorme elegancia.
Poder ir de las montañas a la playa, o del desierto a la ciudad, es una alternativa que no ofrecen muchos lugares. Sin duda, volveré, pero antes me gustaría que tuvieras en cuenta el siguiente listado para trazar tu ruta. No tardarás en encontrar espacios preciosos que te cautivarán fácilmente a primera vista. ¿Te apetece que comience ya a contarte cuáles son mis lugares favoritos de Almería?
1. La alcazaba, el primer lugar que ver en Almería
El recinto amurallado y la fortificación ocupan un espacio total de 1430 metros. Acceder a ellos es un viaje al pasado en el que es posible imaginar cómo fue la defensa de la ciudad. Las torres y el castillo datan de los siglos XV y XVI. La alcazaba está conectada con la ciudad y con el cerro de San Cristóbal.
Las vistas son tan impresionantes como sus muros de cinco metros de altura. Su excelente estado de conservación la convierte en la segunda más importante de la península. Se divide en tres recintos, y el de la propia alcazaba es uno de los más impresionantes. Pasear por sus jardines y ver sus torres te sorprenderá.
Los dos restantes te ayudarán a descubrir la importancia de la cultura árabe en sectores como la jardinería, el urbanismo o el uso de afluentes naturales. Sin duda, recorrer este espacio es imprescindible para entender la importancia de Almería durante la época musulmana.
2. Qué ver en Almeria. La catedral de la Encarnación de Almería
Fue también fortaleza y en los últimos 500 años ha sido el eje sobre el que ha girado la actividad religiosa de la ciudad. En lo que respecta a su historia, me sorprendió saber que fue el lugar elegido para levantar una iglesia paleocristiana en el siglo I. Sería siete siglos después cuando los musulmanes erigieran en el mismo punto una mezquita.
Fue en el siglo XV cuando se convirtió en catedral fortificada dados los continuos ataques de los piratas berberiscos. Al siglo siguiente, comenzaron las obras para darle la forma actual e incorporar el excelente patrimonio escultórico que alberga. Las obras terminaron en el siglo XVIII, lo que confirma que es un edificio religioso en el que es posible apreciar distintos estilos artísticos al mismo tiempo.
Me gustaron, por su solemne arquitectura, el claustro, las capillas de la Girola y del sagrario y la sala capitular. Sin duda, dedicarle a la visita unas horas me sirvió para confirmar la importancia de este edificio en la cultura cristiana.
3. Qué ver en Almeria. La muralla de Jayrán
Se extiende desde la Alcazaba hasta el cerro de San Cristóbal. Fue construida por el rey que le da nombre en el siglo XI. Consta de siete torreones (cuatro cristianos con planta semicircular y tres musulmanes de base cuadrada). La estatua del Sagrado Corazón de Jesús que bendice la ciudad es un complemento ideal a este vestigio histórico que debes recorrer.
4. La plaza de la Constitución
Qué ver en Almeria. Está justo a los pies del cerro antedicho. Se conoce como la Plaza Vieja por los lugareños y es el epicentro de la actividad de la ciudad. Su ubicación entre la alcazaba y el puerto la convirtió en lugar de paso obligado. Durante siglos, fue la Plaza Mayor donde se realizaban juegos de caña.
No fue hasta 1812, con la proclamación de la constitución en Cádiz, cuando sufrió una remodelación. Las casas más bajas se elevaron y se crearon los soportales actuales. En el centro encontrarás «El pingirucho», nombre con el que designan los almerienses al monumento en memoria por los mártires de la libertad que fueron fusilados en 1824 por las tropas de Fernando VII. Lo que verás es una réplica del original que fue destruido en 1943.
La mezcla de sucesos históricos, de culturas y de ambientes me llevó a pensar que estaba en una plaza castellana. Su ambiente te permite descansar durante unos minutos y dejarte llevar.
Lugares a visitar en la provincia
Repasamos hasta seis enclaves que has de visitar para completar tu viaje de la mejor manera posible.
5. Playas de Almería
Las encontrarás de todo tipo. El mar Mediterráneo imprime mucho carácter y permite disfrutar de espacios naturales impresionantes. Te recomiendo que no te pierdas las siguientes (todas en el cabo de Gata).
La cala de Enmedio. Con apenas 100 metros de ancho y a 20 minutos caminando de la Cala del Plomo (otro lugar ideal), es habitual que apenas haya gente. Solo tienes que sentarte en la arena o bañarte en sus aguas apreciando un paisaje único.
La playa de los muertos. Es casi una extensión natural del desierto que luego te comentaré. Si miras su relieve parece casi dibujado, pero es totalmente real y debes disfrutarlo en primera persona.
Cala Rajá. Que te cueste llegar solo presagia lo mejor. Sus arrecifes, como el conocido «dedo de Dios», y sus acantilados me parecieron excepcionales.
6. Parque Natural del Cabo de Gata
Con 38 000 hectáreas terrestres y 12 000 de litoral, es un paraíso para poder llevar a cabo rutas de senderismo, practicar deportes acuáticos y disfrutar de su flora y fauna. Alberga playas como la de los Genoveses y la de Mónsul, puedes añadirlas a las del apartado anterior sin problemas, pero su mayor atractivo está en la variedad de su orografría.
Sus salinas, molinos y humedales son de un atractivo innegable. Descubrirás por qué es un espacio natural tan importante para las aves migratorias y una oferta de actividades tan amplia como acorde a todo tipo de intereses.
7. Qué ver en Almeria. El desierto de Tabernas
Es el único desierto de Europa y combina todo tipo de relieves, como taludes o torrenteras. Las sierras de Alhamilla y Filabres, junto a la Alpujarra, enmarcan este lugar famoso por las películas de vaqueros que se filmasen en la década de los 70 del pasado siglo. Tras saber que, hace cientos de años, estaba cubierto por el Mediterráneo, me di cuenta de que me encontraba ante un lugar de visita obligada para los amantes de la geología. No te pierdas:
El Paraje Natural de los Yesos de Sorbas, que incluye galerías naturales llenas de encanto.
El castillo y la ermita de Tabernas, del siglo XI y XII respectivamente.
El parque Oasis mini Hollywood. Si te gustan los western, vas a pasarlo en grande.
8. Mojácar
Qué ver en Almeria. Se encuentra en la sierra de Cabrera y es el clásico pueblo blanco que se resiste a que la modernidad se imponga a sus tradiciones. En su término municipal se incluye un litoral de 17 kilómetros con unas playas tranquilas y con todo lo necesario para disfrutar. La localidad fue refugio, en el siglo pasado, de músicos y de artistas que querían apartarse del mundanal ruido. Por suerte, podrás seguir haciéndolo, ya que la calma está totalmente garantizada.
9. Qué ver en Almeria. Alpujarra
Está compuesta de 22 pueblos, algunos de ellos a más de 2000 metros de altitud. Comienza tu recorrido en Alhama de Almería y no dejes de visitar Padules, Almócita, Fondón y Laujar de Andarax. Aproveché la visita para conocer algo mejor las rutas de senderismo que podría realizar.
Son cinco: el gran sendero de la Alpujarra, la montaña del Sol, el sendero vereda de Alcozáyar, el sendero Cordel de la Solana y los canales de Padules. Hice el primero para tener una visión panorámica del entorno. Una vez más, la variedad paisajística me sorprendió gratamente.
10. Vélez
Qué ver en Almeria. Vélez Blanco es uno de los pueblos más bonitos de la provincia. Se encuentra al norte, en una zona limítrofe con Murcia. A 1080 metros de altitud, sorprende por su castillo. Se conoce como la fortaleza de Los Fajardos y se construyó en el siglo XVI. Con una torre del homenaje de 25 metros, la visita se completa con el salón del triunfo y la mitología. Una curiosidad, el patio del Honor está en Nueva York, en el MET, ya que se vendió y se trasladó piedra a piedra.
En mi recorrido no me perdí El Alporchón, el convento de San Luis (de 1602), la mudéjar iglesia de la Magdalena, la fuente de Caños de Caravaca (del siglo XVIII) y el ayuntamiento (del XIX), entre otros monumentos. Las cuevas de los letreros, del 5000 antes de Cristo, y su perfecto estado de conservación fueron el mejor remate a mi visita.
Haz turismo por Almería, te lo pasarás tan bien como yo y no tardarás en querer volver.
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