Si estás pensando en visitar un lugar cargado de historia, arte y espiritualidad, no puedes dejar de viajar a San Pedro de Crecente. Esta antigua colegiata, construida sobre las ruinas de un monasterio templario desaparecido en 1313, te sorprenderá con sus secretos y detalles arquitectónicos.
La historia detrás de San Pedro de Crecente
El origen de la colegiata y sus parroquias
San Pedro de Crecente fue en su origen una colegiata compuesta por un abad, cinco racioneiros y un sacristán-sacerdote. Con una amplia jurisdicción territorial, en 1466 se llevó a cabo un reparto entre los racioneiros, dando origen a las parroquias de Ribeira, Quintela, Freixo y Sendelle. Estas parroquias se construyeron con el objetivo de atender espiritualmente a los feligreses.
La iglesia de San Pedro de Crecente
La actual iglesia parroquial de San Pedro de Crecente data del siglo XIV y se enmarca en la transición románica-gótica. Posee una amplia nave rectangular, cubierta de madera y un presbiterio también rectangular con bóveda apuntada. En su interior se conserva un sepulcro en piedra de un noble perteneciente a la Orden III de San Francisco, y en un lateral exterior, un escudo relacionado con este noble, probable constructor de la iglesia.
La evolución arquitectónica de San Pedro de Crecente
Transformaciones en el siglo XX
Fue en la década de 1920 cuando la planta de la iglesia pasó a ser de cruz latina, debido a la construcción de dos capillas laterales. En ese momento también se levantó el actual campanario, reemplazando a la antigua torre del monasterio que fue derribada por su distanciamiento con la iglesia.
Elementos arquitectónicos destacados
La cabecera de San Pedro de Crecente cuenta con columnas-contrafuertes en cada muro y capiteles de motivos vegetales. Destaca una ventana del muro oriental de la cabecera con arquivolta ojival y columnillas con figuras zoomórficas, como un ave picando a una serpiente y un personaje en cuclillas.
El legado de San Pedro de Crecente
Entre los elementos que se conservan de la estructura primitiva, encontramos el escudo pegado al muro exterior, la ventana del testeiro de la ábside y una colección de modillóns que posiblemente pertenecieran a la antigua iglesia situada cerca del templo parroquial.
La imaginería de San Pedro de Crecente
En cuanto a la imaginería de la iglesia, cabe destacar la imagen barroca de Cristo yacente, que se complementa con Cristo crucificado y resucitado.
San Pedro es un lugar lleno de historia, arte y espiritualidad que merece ser visitado. Al viajar a este rincón de Galicia, podrás sumergirte en siglos de historia y contemplar la evolución arquitectónica de la iglesia a lo largo de los años.
Desde sus orígenes como colegiata construida sobre un monasterio templario hasta sus transformaciones en el siglo XX, San Pedro de Crecente es un testimonio vivo del pasado y un reflejo del rico patrimonio artístico y cultural de la región.
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