En el Cabo Roncudo el mar nos suele enseñar aquí su lado más indomable. El frecuente ronquido embravecido de las olas cuando baten contra las rocas, puso nombre a este cabo tan bello como peligroso. Ni siquiera el faro, que se alza sobre escarpados parajes para advertir del peligro, pudo impedir que esta siempre fuera una zona donde muchos hombres y mujeres dedicados al mar perdieran la vida. Señal del duelo y del recuerdo son las impactantes cruces blancas esparcidas por las rocas. Pero el cabo Roncudo también es conocido por una razón bien distinta. Dicen que aquí nacen los percebes más sabrosos del mundo. Este honor se debe precisamente a la fuerza del mar en la zona y a la valentía de los percebeiros al recogerlos. Quien tenga ocasión, puede acercarse en julio, mes en el que se celebra una multitudinaria fiesta gastronómica, que tiene como protagonista a este crustáceo. Ver ruta de Malpica a Ponteceso.
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