Cidade da Cultura, el vanguardista complejo de Eisenman se llena de vida
Modernidad e innovación definen bien el espíritu de Gaiás. Cidade da Cultura una obra sin duda polémica por la envergadura y el gasto, pero que en los últimos años se ha centrado en buscar vías para dar uso al espacio construido.
Tamara Novoa Alonso
Fotografía: Pío García
A Cidade da Cultura, en las afueras de Santiago, se eleva sobre el monte Gaiás y pretende actuar como centro vertebrador de todos los ámbitos culturales de Galicia. Es un conjunto de impresionantes edificios diseñado por Peter Eisenman, que se inspiró en el casco histórico de la ciudad compostelana.
De hecho A Cidade da Cultura abarca 148.000 metros cuadrados, que equivalen al citado casco histórico. El complejo diseñado por el arquitecto americano se articula a través de calles, soportales y una gran plaza central. De los seis edificios planificados en un principio, se concluyeron cuatro que están en pleno funcionamiento, mientras las obras restantes se han paralizado y descartado.
Las formas geométricas de los edificios de la Cidade da Cultura, construidos en granito y cristal la convierten en una obra de gran interés arquitectónico. De todos los edificios, sin duda el más atractivo para los visitantes es el museo. Aunque carece de una exposición propia, se nutre a base de exposiciones temporales, en su mayoría diseñadas expresamente por el equipo del Gaiás, que pretende con ellas impulsar el sector cultural gallego y poner de relieve su importancia a lo largo de los años.
La primera gran exposición se realizó con el título de «Galicia pétrea», y nos proponía un viaje por la historia de Galicia a través de la piedra; por su parte «Auga doce» ponía de relieve las propiedades de las aguas subterráneas gallegas, de los ríos y manantiales y del aprovechamiento histórico que los gallegos han hecho del agua.
También se ha podido visitar aquí «Cinegalicia», una muestra que celebra los 25 años de cine en Galicia y hace un recorrido por el panorama audiovisual gallego. O una gran exposición sobre el Camino de Santiago que se centró en el origen y en cómo comenzaron las peregrinaciones.
El museo cuenta con una superficie expositiva de 6.600 metros cuadrados, dividida en tres plantas que lo convierten en un espacio único para traer a Galicia exhibiciones de gran envergadura.
Uno de los primeros edificios de la Cidade da Cultura en ser inaugurados fue el que alberga la biblioteca y el archivo de Galicia. Un total de ochocientas mil obras descansan entre sus paredes. Actúa a modo de memoria bibliográfica de Galicia, ya que recoge una copia de cada libro publicado en gallego por un autor gallego y de todas las obras que versan sobre Galicia o tienen una relación con ella. Entre los ejemplares más valiosos están los depositados dentro del Fondo Bibliográfico Abanca, tres mil quinientos volúmenes entre los que se incluyen sesenta y seis incunables, facsímiles como la Biblia de Kennicot, la Biblia Hebrea (escrita e ilustrada en A Coruña) o las Cantigas de Santa María de Alfonso X. La biblioteca actúa también como núcleo de la red de bibliotecas de Galicia y realiza exposiciones temporales en las que muestra el contenido más interesante que se guarda en su interior.
Frente a la biblioteca encontramos el centro de emprendimiento, concebido como medio para el impulso de las empresas culturales. Incluye un espacio de coworking otro de showroom y un vivero de empresas. Se trata de ayudar a arrancar a todo aquel que tiene una idea de negocio. Especialmente, a aquellos emprendedores ligados al ámbito cultural. Este edificio también alberga una cantina abierta a todos los visitantes. La Cidade da Cultura se complementa con el Centro de Innovación Cultural (CINC): el corazón digital de la Administración gallega tiene aquí su sede, ya que aquí se encuentra la Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia (AMTEGA).
En el exterior del Gaiás podemos contemplar las torres Hejduk, diseñadas por el arquitecto del que reciben el nombre en 1992. Aunque inicialmente fueron concebidas para el parque compostelano de Belvís, nunca se llegaron a construir y tras la muerte de Hejduk, su amigo Eisenman decidió incorporarlas a la Cidade da Cultura. Hoy la silueta de estas torres es ya un icono de Compostela. Su interior también está dedicado a exposición. Todos los años el propio Gaiás organiza un concurso para nuevos artistas y el galardonado es premiado con exponer su trabajo en estas particulares torres.
La oferta de la Cidade da Cultura la completan actividades para los más pequeños, conciertos, teatro, conferencias o cursos. Todo ello enfocado siempre en tres principios: cultura, emprendimiento e innovación tecnológica. Y así, poco a poco, este edificio que se caracteriza por su arquitectura vanguardista va llenándose de contenido y desempeñando una función renovadora en la cultura gallega.
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