Godello el oro blanco de Valdeorras

Los romanos llegaron a Valdeorras atraídos por el oro que se escondía en las laderas del interior ourensano. Se cree que fueron ellos los que, a su paso por la comarca, cultivaron el mayor tesoro actual de las tierras de Valdeorras: la vid. El cultivo del Godello vivió su período de máximo esplendor en la Edad Media, cuando los monjes eligieron estas zonas para erigir sus monasterios y se dedicaron a la explotación vinícola. En las últimas décadas se ha querido recuperar esta tradición, y así, en 1977, la comarca de Valdeorras recibió el sello de Denominación de Origen.

Tamara Novoa Alonso
Fotografía: Pío García

VALDEORRAS

Valdeorras

Situada en la región más oriental de la provincia de Ourense, Valdeorras es desde hace siglos la puerta de entrada para los peregrinos que se dirigen a Santiago por el camino francés en invierno, pues en esta estación la nieve dificulta la travesía por Pedrafita do Cebreiro.

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Casi tres mil hectáreas de terreno en un valle fértil y luminoso bañado por el río Sil, con suelos ricos en granito y pizarra, convierten la zona en un escenario propicio para el cultivo de la uva godello, que se desarrolla aquí como en ningún otro sitio. Esta comarca está formada por nueve ayuntamientos: A Rúa, Carballeda, Larouco, O Barco, O Bolo, Petín, Rubiá, Vilamartín y A Veiga. Salvo este último, todos cuentan con explotaciones vinícolas.

Godello el oro blanco de Valdeorras

En una ruta por «el valle del oro» podríamos visitar un total de cuarenta y cinco bodegas. Los adegueiros, como se les llama por aquí, nos abren encantados sus puertas para explicarnos el proceso de elaboración del vino y para invitarnos a catar su variante estrella. Coinciden al explicar que la producción del vino comienza mucho antes de la vendimia: en los meses de febrero y marzo se realiza la poda y el injerto, labores fundamentales para que las vides den una uva de alta calidad.

Godello el oro blanco de Valdeorras

Inma López, de bodegas Ruchel, asegura que su filosofía siempre ha sido la misma: «El vino se hace en la viña». Y añade: «Cada cepa ha de tener una carga justa de uva, utilizamos el menor número de tratamientos posible y esperamos pacientemente a la maduración óptima para vendimiar». De hecho, el pasado año tuvieron que detener en varias ocasiones la vendimia porque la uva de Godello no estaba suficientemente madura.

Godello el oro blanco de Valdeorras

El mes de septiembre es generalmente un mes de duro trabajo en Valdeorras. Hasta aquí se acercan jornaleros de toda Galicia para recoger el preciado fruto, que pasa varias cribas antes de ser seleccionado para prensar.

Godello el oro blanco de Valdeorras

Más de la mitad de la producción de vino con denominación de origen Valdeorras es de uva Godello. Bodegas Ruchel hace una apuesta firme por este vino: «Es una uva propia de esta zona que está teniendo una gran aceptación fuera de Galicia». López nos explica que, a diferencia de otras denominaciones que mezclan varias uvas, ellos son fieles al godello. En los tintos, la variedad más popular es mencía.

El clima es también un factor determinante del vino de Valdeorras, como nos explica Jorge Luis Mazaira, del Consello Regulador Valdeorras: «A diferencia de la mayor parte del territorio gallego, aquí tenemos un clima continental, caracterizado por unos inviernos muy fríos y unos veranos muy calurosos y lluvias abundantes».

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El paisaje de Valdeorras no sería el mismo sin las vides de Godello que encontramos por doquier a nuestro paso. Las hojas de los viñedos son un espectáculo de color que muda con la estación.

De las vides peladas del invierno nacen hojas de verdes intensos con la llegada de la primavera, que se van amarilleando con el paso de la estación estival, hasta mostrar una gama infinita de rojos, marrones y naranjas en el otoño. Merece la pena pasarse por la zona en las diferentes estaciones y observar la metamorfosis que sufre el paisaje.

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