Las mejores rutas etnográficas: los fachos de A Peneda en Pontevedra

Fran Zabaleta
Dirección y fotografía: Pío García

Una fiesta que rezuma magia y poder de evocación…

Galicia es pródiga en geografías mágicas: paisajes que guardan el recuerdo de las miles de vidas que hollaron sus piedras, lugares que se incrustan en nuestros sueños. El monte de A Peneda en Redondela es uno de esos lugares mágicos. Castro, castillo y ermita, su cumbre ha sido privilegiada espectadora de la historia y tierra fértil para las leyendas. Cuentan que, desde muy antiguo, en la cima del monte se realizaban rituales a la luz de grandes luminarias para alejar males de ojo, curar enfermedades o conseguir el amor de la persona deseada. Y cuentan también que bajo el viejo alcornoque que se alza al lado de la ermita se oculta un fabuloso tesoro enterrado, quién sabe si protegido por mouros y ananos…

En el siglo XIX, una plaga de tuberculosis azotó la comarca. Durante meses, la enfermedad se cebó especialmente en los jóvenes y desató una gran mortandad en una tierra ya duramente castigada por las hambrunas y la emigración. Las gentes, desesperadas, subían a la Peneda para celebrar rituales y magias e implorar la ayuda de fuerzas arcanas en aquellos momentos de necesidad. Por el camino iban prendiendo fuego a las ropas contaminadas de los enfermos en un intento por purificarse y alejar a los malos espíritus que, agachados en la oscuridad, acechaban el valle del Verduxo.

Tomando como base estos relatos, la Asociación Cultural Alén Nós, en colaboración con otros colectivos de Redondela, Soutomaior y Vilaboa, organiza desde 1997 la Fiesta de los Fachos, una celebración del fuego y de su poder purificador que cada año llena de luminarias el monte de A Peneda el fin de semana anterior a San Juan. Una fiesta que rezuma magia y poder de evocación…


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