Castillo de Soutomaior
Su máximo esplendor lo alcanzó durante el siglo XV de la mano de Pedro Madruga (Pedro Álvarez de Soutomaior) que lo llevó a ser el epicentro de la vida política del sur de Galicia.
Visita con nosotros los tesoros de las Rías Baixas y descubre la costa del sur de Galicia, donde además de playa podrás disfrutar de manjares gastronómicos exquisitos, monumentos y lugares imprescindibles.
Su máximo esplendor lo alcanzó durante el siglo XV de la mano de Pedro Madruga (Pedro Álvarez de Soutomaior) que lo llevó a ser el epicentro de la vida política del sur de Galicia.
La tele estaba encendida, pero yo no le prestaba atención. Andaba ausente, absorta en mis pensamientos, como era habitual últimamente. Eso sí, recuerdo que estaban emitiendo un reportaje sobre el archipiélago menos conocido del Parque Nacional das Illas Atlánticas, Ons.
Dudas, cómo no. ¿Por dónde entrar en Galicia desde Portugal? ¿Por la costa, por el soberbio estuario del río Miño, el padre reconocido de todos los gallegos, allá en A Guarda, a la sombra imponente del castro de Trega? ¿Por Tui, la catedral fortaleza, la ciudad episcopal que resistió a los normandos y se hizo irmandiña?
Pepe camina a paso rápido, saludando a derecha e izquierda, cuando percibe que un par de sombras lo esperan con una libreta y una cámara. «Pasad, pasad», dice, abriéndonos las puertas del restaurante.
En la Península do Morrazo, el mar ha sido durante siglos puerta de entrada de gentes de toda procedencia, cuya huella ha quedado impresa en historias y leyendas.
En el paraíso, también conocido como Rías Baixas, tenemos los mismos problemas que el resto de los humanos. Miedito cuando se aproxima el cumpleaños de tu padre. «¿Qué demonios le regalo?». Sí, ya lo sé, lo que cuenta es la intención. Pero enfréntate tú a mi padre cuando intenta sonreír y te suelta un «Qué bonito, hija» mientras piensa cuánto le darán por esa cosa en Wallapop.
Una presta especial atención cuando es un enólogo con más de diez años de experiencia el que le habla del inicio de la viticultura en las Rías Baixas y sus alrededores. Cuánto más, si el mismo experto añade a la historia el hecho de haber crecido en Cambados, en el seno de una familia productora de vino albariño.
Aunque hoy nos parece tan común que apenas le damos importancia, la sal fue a lo largo de la Historia un bien tan escaso como demandado, un verdadero oro blanco capaz de desencadenar guerras y provocar revoluciones. Durante siglos, la sal fue objeto de deseo, comercio y contrabando. Era fundamental para la alimentación humana y animal y para la conservación de los alimentos.
Viajar hacia Muros siempre me produce una sensación de calma. Puede ser por la carretera que discurre al lado de la costa, invitando a bajar las ventanillas y a dejar que el olor a agua salada inunde mis pulmones: es como sumergirse en el mar.
Si disfrutas con el inofensivo vaivén de una travesía por la ría y si tu paladar se lleva bien con el mejillón probablemente tengas que anotar la Illa de Sálvora en tu lista de próximos destinos a visitar. Me cuenta un amigo que los barcos que parten hacia la isla desde el puerto de O Grove (Pontevedra) deben llevar toda una vida navegando entre bateas. Y es que lejos de suponer una carrera de obstáculos, estas hacen de este viaje una experiencia muy atlántica y llevadera.