Las comarcas del Condado Paradanta, al sur de la provincia de Pontevedra, componen ese territorio donde todo está a mano sin recorrer grandes distancias. Gastronomía, senderismo, cultura, historia, deporte, ocio: un mundo entero para disfrutar desde el desayuno hasta que el cuerpo aguante.
Ariel Martínez
Dirección y fotografía: Pío García
Condado Paradanta lindan con Ourense y con Portugal. Este hecho propició la construcción de castillos y fortalezas a ambos lados del río Miño, ya que la convivencia con nuestros vecinos no siempre fue tan fluida como ahora. Un ejemplo claro es el castillo de Salvaterra do Miño, también conocido como castillo de doña Urraca. Esta fortaleza, cuyos orígenes datan del siglo X, se encuentra a orillas del río Miño y llegó incluso a pertenecer a los vecinos lusos entre los años 1642 y 1659.
Condado Paradanta, un lugar donde sin duda sentiremos que es posible viajar en el tiempo es el castillo de Sobroso. Una fortaleza levantada inicialmente en el siglo IX y cuya historia está íntimamente ligada a la figura de doña Urraca, la hija de Alfonso VI. Fue entre estos muros donde sufrió el asedio de los partidarios de su propio hijo, el futuro rey Alfonso VII. Otros ilustres gallegos que dejaron su impronta en esta fortificación fueron Pedro Álvarez de Soutomaior, más conocido como Pedro Madruga, o su enemigo Diego García Sarmiento.
El castillo se eleva sobre un peñasco del monte Landín y sus vistas explican por qué fue y sigue siendo tan codiciado.
Condado Paradanta es un territorio entre ríos, entre los que destacan el Miño, el Tea, el Deva o el Termes. Ríos que modelan un paisaje domesticado, por cuyas riberas es un placer pasear, una estupenda cura natural tras nuestras rutinas. En sus orillas podemos disfrutar de un sinfín de playas fluviales, senderos y rutas. Son caminos centenarios que ya usaban los comerciantes para pasar de una villa a otra. O personajes ilustres como, una vez más, doña Urraca, que viajaba por el denominado Camiño da Raíña desde tierras castellanas para visitar sus posesiones gallegas.
Para cruzar de una orilla a otra necesitamos puentes y muchos de los que encontramos aquí son de origen romano. El más enigmático que cruza el río Tea es el de Cernadela. Al parecer, este puente de cinco arcos formaba parte de una vía romana que unía Bracara Augusta, la actual Braga, con Asturica Augusta, actual Astorga. Otros puentes han visto numerosas luchas durante la Guerra de la Independencia, como el de San Xoan de Mourentán, que cruza el río Deva.
Queda clara la importancia del agua para las comarcas de Condado Paradanta. Ni siquiera el municipio más pequeño de Galicia podría escaparse a esta evidencia: Mondariz-Balneario presume de ser todo un referente del turismo termal desde hace más de un siglo.
El patrimonio religioso tampoco escasea por estos lares, y cada parroquia de estas comarcas presume de su propia herencia religiosa. De especial interés son los petos de ánimas o los cruceiros que podemos contemplar en lugares estratégicos para ahuyentar el mal.
Sin duda, Galicia es tierra de buenos manjares y Condado Paradanta no podían ser una excepción. Gozan de un microclima que favorece una viticultura única, y que nos permite degustar vinos como los del condado o el albariño. Si visitamos el museo de Arbo, que alberga el centro de interpretación del vino y la lamprea, podremos saber más acerca de las costumbres gastronómicas de estas comarcas.
Como siempre que hablamos de Galicia, el tiempo se nos pasa volando. Pero este solo ha sido un breve repaso por las comarcas del Condado y Paradanta. En realidad, solo hay una manera de descubrir su encanto: ¡ven y echa un vistazo!
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