Qué ver en Tui
En la frontera con Portugal sobre una pequeña atalaya se erige Tui. Una ciudad que tuvo su época de mayor esplendor en la Edad Media pero que ya había sido habitada por los griegos.
Visita con nosotros los tesoros de las Rías Baixas y descubre la costa del sur de Galicia, donde además de playa podrás disfrutar de manjares gastronómicos exquisitos, monumentos y lugares imprescindibles.
En la frontera con Portugal sobre una pequeña atalaya se erige Tui. Una ciudad que tuvo su época de mayor esplendor en la Edad Media pero que ya había sido habitada por los griegos.
En las laderas del monte Castrove, en el Concello de Meis, en Pontevedra, se alza el majestuoso monasterio de Armenteira, un gran edificio de piedra de gran belleza y de una gran calidad arquitectónica, que se convierte en visita obligada para todo aquel que desee perderse por los lugares y rincones mágicos que ofrece Galicia a su turismo.
Una visita a O Grove es acercarse a su naturaleza, tradición, cultura y deliciosa gastronomía, que son solo algunos de los tesoros más valiosos que guarda esta tierra que mira al mar.
Hay lugares que se incrustan en el inconsciente colectivo. Que son sinónimo de coraje y de valor, de entereza y osadía.
Al entrar en la finca donde se erige el Pazo Quiñones de León no cuesta imaginarse la vida refinada de la que disfrutaban sus moradores hasta bien entrado el siglo XX.
Si por algo es conocido este pintoresco pueblo es por su arquitectura rural de altura u “hórreos”. Esta peculiar construcción es característica de las regiones húmedas de Europa.
Esta es una historia de aventuras, de conquistas y reconquistas, de piratas feroces y monjes guerreros, del descubrimiento de América y un mar que se deja querer.
Al tocar su arpa, Roi Casal nos traslada a la naturaleza más pura. Naturaleza que podemos encontrar en su pueblo natal, Catoira.
Hay lugares en los que la historia se oculta. Disimula cuando pasamos por su lado, como si jugara al escondite con nuestra curiosidad.
Hace algo más de ochenta años, una treintena de grumetes, bajo la batuta de Álvaro das Casas y algún otro intelectual como Xocas o Parga Pondal, singlaron los mares gallegos desde Muros hasta Vigo parando en varias localidades costeras. Una aventura inédita para aquella época que permitió a un grupo de jóvenes acercarse a la Galicia marinera. Una ruta que, si antaño parecía intrépida, hoy es mucho más accesible, pero que sigue encandilando a todo el que la recorre como encandiló en su momento a aquellos niños gallegos.